Cuando
cae la noche el convento se convierte en una fiesta, el vino
santifica la lujuria, la paz del Camino muere cuando Santiago se va a
dormir. Convento benedictino de San María Carbajal. Queda claro que
la obra de Dios no alcanzó al hombre; ni a la mujer, por supuesto.
Peregrinación es una romería, y romería deviene siempre en orgía.
La misa nocturna del peregrino insufla ánimos al gentío, que
abandona la capilla dispuestos a pecar, a no perder un minuto y
llegar al alba condenado a arder en el fuego eterno.
La pared inmaculada
Hace 2 horas
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