Anne Seiler fue una
bondadosa y humanitaria vecina de Berna, que en el siglo XIV creo en
su propia casa un pequeño hospital con trece camas y dos asistentes.
Los habitantes de Berna no olvidan a su benefactora y erigen una
preciosa fuente como sentido homenaje.
El Petit Curie, el gran sueño de una gran mujer
Hace 8 horas
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