Las coronas, el nemes, la
barba, los cetros o el ureo son una serie de objetos que permiten
reconocer con facilidad las representaciones del faraón. Son los
símbolos de la realeza, y se repiten una y otra vez en todos los
monumentos egipcios. Desde la época predinástica los soberanos del
Alto y los del Bajo Egipto lucían símbolos que los identificaban
como faraones. Con la unificación el faraón asimiló muchos de estos
símbolos que representaban el gobierno, la protección e incluso, la
divinidad del rey. Hombre y dios a la vez, las representaciones en
pintura, esculturas y relieves, manifiestan el poder de quien
participa de naturaleza divina y es soberano de los hombres.
Los más reconocibles son,
probablemente las coronas. La corona blanca es las más antigua
conocida, se denominaba jedyet, una
mitra alta terminada en punta roma y que simbolizaba al Alto
Egipto y la corona roja, desheret, con la parte superior levantada de
la que sale un vástago enroscado en la parte delantera, representa
al Bajo Egipto. La Doble Corona, que podemos apreciar en una de las
caras de la Paleta de Narmer, denominada pschent, es la
materialización ritual de la unión de los dos países (y por tanto
del nacimiento del estado faraónico). La corona azul, o jepresh, se
ha identificado con un casco de parada militar, y con ella se solía
representar a los faraones guerreros del Imperio Nuevo (a partir de
la dinastía XVIII). Otra corona, la atef, sólo se utilizaba en
ciertas ceremonias religiosas.
Además de la corona, el faraón
podía llevar en la cabeza el nemes, una especie de pañuelo a rayas
que cubría la frente y llegaba por atrás hasta la espalda, donde
acababa en una especie de cola, y que colgaba sobre los hombres.
Sobre el nemes se colocaban las coronas.
La diosa Uadyet del Bajo
Egipto, era la serpiente protectora del faraón. El ureo, es uno de
los símbolos reales que datan de la época anterior a la
unificación. Aparecía junto a la diosa buitre Nejbet, símbolo del
Alto Egipto. Nejbet y Uadyet aparecen asociadas a las coronas del
faraón, como protectoras del rey. Podía aparecer uno de ellos o los
dos juntos.
Relieve en el templo de Edfú: La diosa Uadyet, con la
corona roja llamada desheret, representa el Bajo Egipto y la diosa
Nejbet lleva la corona blanca jedyet, encima de su símbolo, el
buitre. El faraón recibe la bendición de las dos diosas luciendo la
doble corona o pschent.
La barba trenzada era atributo
exclusivo de los dioses, por eso el faraón viviente lucía una barba
sin trenzar. Si el faraón aparece con la barba trenzada, significa
que la escultura (o pintura) fue realizada después de su muerte.
En las manos portaba cetros de
poder o de autoridad que venían de los tiempos del predinástico: el
uas tenía un significado funerario y se asociaba a algún
animal totémico, el heqat, era un símbolo de gobierno, recto
y acabado en una cabeza curva y redondeada (quizás deriva del cayado
de pastor), el flagelo, era símbolo de Osiris y el sejem, era
un cetro que llevaba el faraón cuando se le representaba atacando al
enemigo.
Un cartucho para proteger al
rey. Los nombres de los faraones se guardaban en el shenu, o
cartucho, que deriva del anillo shen: una cuerda anudada formando un
óvalo que simbolizaba la eternidad y la protección de los dioses.
Este cartucho, como el anillo original, se consideraba símbolo
solar. Originariamente representaba todas las cosas que el sol
circundaba (sheni significa circundar), como las tierras sobre las
que reinaba el faraón. Pronto se convirtió en un amuleto protector
del rey.
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