A principios del siglo XX llegó hasta Yegen el británico Gerald Brennan, movido por ese espíritu viajero de curiosidad por lo ajeno, lo exótico y lo desconocido. Cien años después Yegen sigue viviendo según su propio ritmo, el que marca la Luna, el Sol y las estaciones del año.
El impacto cultural que recibió Brennan tuvo que ser brutal. Debió pensar que aquella manida sentencia de África comienza en los Pirineos era cierta. El agua y las acequias, los brazos de los hombres trabajando mano a mano con la Naturaleza,dieron como resultado estas exuberantes huertas, elementos definitorios de Yegen.
Brenan sobre Yegen: “El lugar tenía algo que me resultaba atractivo. Era una aldea pobre, elevada sobre el mar, con un panorama inmenso a su frente. Sus casas grises en forma cúbica, con un mellado estilo Le Corbusier, en rápido descenso por la ladera de la colina y pegadas unas a otras, con sus techos de greda planos y sus pequeñas chimeneas humeantes, sugerían algo construido por los insectos”.
En los últimos años Las Alpujarras, tanto las de Almería como las de Granada, se han convertido en un destino recurrente en mi horizonte vital. Un paraíso de naturaleza domada por el hombre, al que retirarse para olvidarse del día a día, de las responsabilidades (la mayoría de ellas autoimpuestas) y sobre todo, de los horarios.
Brenan tenía la ilusión de convertirse en escritor y nos legó Al sur de Granada, una obra muy interesante desde el punto de vista antropológico. Brenan llegó a La Alpujarra granadina con el deseo de encontrarse a sí mismo en un ambiente cálido y tranquilo. Aunque nunca tuviese la idea de escribir una obra antropológica.
“Yegen será el pueblo elegido por Brenan y en él residirá varios años, entre 1920 y 1934. Situado a gran altura sobre el mar, tenía un acceso difícil, lo que le convierte en aldea inserta en tradiciones remotas, con gran conservadurismo, con una sociedad que todavía antepone las más profundas necesidades del alma humana a la organización técnica necesaria para alcanzar un nivel de vida más alto. Esta aldea será un tema central de su obra, su protagonista”. Comentario bibliográfico de Al Sur de Granada. Olga Anabitarte Urrutia.
Brenan es a La Alpujarra lo que Hemingway a Pamplona y a su fiesta grande. Otros llegaron antes que Gerald, y otros lo hicieron después (me gustaría incluirme entre ellos), y entre todos han creado un espacio literario común, han convertido La Alpujarra en un tópico. Cuando caminamos por estas tierras serranas, ya no sabemos si pesa más lo vivido, o lo leído.





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