TODO PASA, NADA QUEDA.

 

Todo pasa 
y nada queda.
Velocidad y vértigo.
El día cambia de ritmo constantemente 
y no es posible adaptarnos a él. 

No es que la vida fluya ,
es que la vida nos está atropellando, aplastando 
y desfigurando.

No sabemos quién somos,
ni que pensamos, 
ni hacia donde vamos.

 

Todo pasa, 
y nada queda. 
Engullimos, tragamos 
y vomitamos.
Pero ya no saboreamos.
Corremos, volamos, 
para no llegar a ningún lado. 
Producimos, compramos y vendemos cada segundo de nuestra vida.

¿Seguro que es nuestra?. 

Ruido, ruido, ruido, 
el silencio es una utopía.

 

Los arboles se desangran
los niños de una parte del mundo
lloran desesperados y hambrientos, 
los niños de la otra parte del globo,
ya no sienten, 
se han convertido en zombies autoritarios. 

Todo pasa, 
nada queda.
Todo vale,
nada importa.