Los
caballeros de Santiago arrebataron la comarca extremeña de Tentudía
al Islam. Para controlar los territorios recién adquiridos y
defender unas fronteras intestables y fluctuantes, los maestres de la
orden proyectaron la construcción de una serie de fortalezas y
castillos. Muchas veces los rivales surgían de las mismas entrañas
del cristianismo. Tal fue el caso de los templarios, que también
controlaron algunos enclaves extremeños.
El
castillo de Segura de León fue enteramente construido, y
posteriormente ampliado por la Orden de Santiago entre los siglos XIII
y XIV, de forma que se adaptase perfectamente al terreno rocoso sobre
el que se asienta. Desde su origen, el castillo se convirtió en la
residencia del comendador de la orden en la provincia de León.
Visible
desde varios kilómetros de distancia, las calles y casas del pueblo
se arremolinan alrededor de él, buscando la protección de torres y
murallas. Las torres de la fachada se llaman de los Alcaldes y de
Miramontes, y el maestro cantero Hernando Contreras fue el encargado
de levantar la poderosa torre del homenaje en 1515. Cuentan además,
que este castillo es el mejor conservado de cuantos edificó la
Orden de Santiago en Extremadura. A este respecto no puedo opinar,
pues no tuve ocasión de visitar su interior.
La
mayoría de estos edificios, alejados de los grandes centros urbanos,
ruinosos en gran medida, son escenario de sus propias leyendas (que
en el fondo no dejan de ser versiones de un acervo mítico común) y
el castillo de Segura de León no es una excepción.
Una antigua
leyenda recuerda el drama de una princesa morisca que, desde tiempo
inmemorial está aprisionada a los muros de este castillo por un
extraño sortilegio. La única forma de romper el encantamiento es
contar todas las estrellas del cielo antes que la noche toque a su
fin. En vano intenta la atormentada dama contar las estrellas cada
noche, pues el amanecer siempre la sorprende antes que pueda culminar
con éxito la tarea. También existen cuitas y habladurías sobre un
túnel secreto que comunica el castillo con el exterior y un tesoro
oculto en algún rincón del recinto. La periodista Israel Espino
relata estas y otras leyendas en el blog Extremadura Secreta, y en su
libro “50 lugares mágicos de Extremadura”.
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