Enclavado
en la comarca pacense de Olivenza, el castillo de Miraflores en la
localidad de Alconchel, lleva siglos con un ojo guardando la frontera
entre Castilla y Portugal, y con el otro vigilando atentamente el
camino hacia Badajoz. Conocido popularmente como Coluche, el castillo
está formado por cuatro recintos que fueron levantados entre los
siglos XII y XVII, utilizando en su construcción piedra, sillares y
mampostería. A lo largo del tiempo la fortaleza ha sido testigo (más
o menos protagonista) de las luchas entre Castilla y Portugal,
cambiando en demasiadas ocasiones de propietario.
Las casas blancas de Alconchel se desparraman a ambos lados del castillo. |
El
castillo de Alconchel fue construido por el emir de Córdoba
Abderramán II para contener las incursiones que el rey de León
lanzaba contra Extremadura. A mediados del siglo XII, Giraldo
Sempavor (“sin miedo”) alférez de Alfonso Henríques conquistó
la plaza para las armas portuguesas. Más tarde, estando ya en manos
castellanas, el rey Fernando III cedió la fortaleza a la Orden del
Temple, poco antes de la conquista de Sevilla. Tras la disolución de
dicha orden, Alconchel y su castillo cambiaron varias veces de dueño,
contando entre ellos a la Orden de Alcántara. Hasta el siglo XIX
contó con guarnición militar, pues cuando Olivenza aún pertentecía
a Portugal, la frontera con el país vecino se encontraba a un par de
kilómetros de aquí.
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