Alfonso "el Bravo"
tuvo que vivir una infancia complicada. Único hijo legítimo del rey Dionisio , su medio hermano Alfonso Sánchez era el preferido de su
padre, un motivo más para generar disputa y competencia entre
hermanos. Se casó con Beatriz de Castilla (hija de Sancho IV) y la
hija de ambos, María, contrajo matrimonio con Alfonso XI de
Castilla. Esta estrecha proximidad familiar entre las dinastías reinantes en Castilla y Porugal provocó (en más de una ocasión)
que unos y otros, que se consideraban miembros legítimos de un mismo
linaje, reclamasen sus derechos al trono del vecino.
Conocido como "el
Bravo" por sus dotes militares, Alfonso IV tuvo que porfiar con
su hermanastro por el trono portugués, y luchar con diversa fortuna
con la corona de Castilla. Alcanzada la paz, por mediación de María
(hija de una Alfonso, y esposa de otro), el rey portugués apoyó a
su colega castellano en la victoria sobre los benimerines en la
Batalla del Salado.
La labor más destacada
de este rey, fue la creación de la marina portuguesa, para lo que
destinó importantes partidas de los fondos públicos para su
construcción y mantenimiento.Además ordenó las primeras
expediciones marítimas, una de las cuales tuvo como objetivo las
Islas Canarias.
Los últimos años de su
reinado estuvieron marcados por las intrigas palaciegas. Muchos
castellanos huidos se refugiaron en Portugal y crearon una facción
procastellana que buscaba recuperar los privilegios perdidos tras el
exilio. Las cosas empeoraron cuando Pedro, su hijo y heredero, se
enamoró de Inés de Castro, hija de un importante noble castellano.
Un anciano Alfonso IV
había perdido el control de la situación política y preocupado,
hasta la paranoia, por la creciente influencia castellana en la corte
portuguesa, decidió el asesinato de Inés de Castro. Enfurecido, el
infante Pedro se levantó en armas contra su padre, pero la sangre no
llegó al río, y un compasivo hijo perdonó al padre, poco antes del
fallecimiento de éste.
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