Templarios, Hospitalarios
y Caballeros de Santiago, peregrinos y soldados, monjes y
hospitaleros, acogen a los romeros y vigilan los caminos, asisten los
albergues y defienden, cuando es menester, a desprotegidos
peregrinos. Y con donaciones y concesiones acrecentaron sus dominios,
y cultivaron la piedad, descubrieron conocimientos enterrados bajo
las arenas del tiempo y guardaron sus secretos. Hablaron con Jesús
en Tierra Santa, con el Papa de Roma y con el Apóstol Santiago en
Compostela. Descubrieron el Grial en Cebreiro, y no en los Santos
Lugares. Y cambiaron la Cruz por la Vieira, y por sacrilegio y
herejía fueron torturados, condenados y ejecutados. Y la Orden fue
disuelta, prohibida y maldita.
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