martes, 10 de junio de 2025

POLONIA EN EL MUNDIAL 1974

 




La selección polaca consiguió de forma brillante el tercer puesto en el mundial disputado en la vecina Alemania, sorprendiendo a todos por su fútbol dinámico.



El equipo polaco dejó a Inglaterra sin mundial en la fase clasificatoria. En la fase final derrotó a Argentina, Suecia, Haití, Yugoslavia, Italia y Brasil. Únicamente hincó la rodilla frente al futuro campeón, la RFA.




Jan Tomaszewski, que ya había amargado la vida a Inglaterra, jugando en Wembley, se convirtió en el mejor arquero del mundial.





En una época donde los onces estaban bien definidos, Antoni Szymanowski era el indiscutible lateral derecho.





Adam Musial, fallecido en 2020, ocupaba la demarcación de lateral por la banda izquierda.





Jerzy Gorgoń, una poderosa torre, está considerado uno de los mejores centrales europeos de la década de los'70.




Wladyslaw Zmuda, 91 partidos internacionales, cuatro mundiales disputados y mejor jugador joven en Alemania '74. Uno de los mejores futbolistas polacos de todos los tiempos.





Henryk Kasperczak era un centrocampista de corte defensivo, encargado de recuperar balones e impedir el juego del adversario.





Zygmunt Maszczyk, más ofensivo, se complementaba en la media cancha con Kasperczak.





Kazomierz Deyna, capitán y gran estrella del conjunto polaco, el alma del equipo , obtuvo el balón de Bronce ese mismo año, solo superado por Cruyyf y Beckenbauer. Su vida acabó de forma trágica en un accidente de tráfico.





Robert Gadocha era un extremo zurdo potente y veloz, con un exquisito control de balón conocido como el Garrincha polaco.



Andrzej Szarmach con cinco goles fue segundo máximo anotador del mundial. Delantero goleador consiguió cerca de trescientos goles en una dilatada carrera entre 1969 y 1989.





Grzegorz Lato, eléctrico extremo dotado de un fino olfato goleador. Con siete tantos se convirtió en el máximo goleador del mundial. Tres mundiales disputados, dos terceros puestos, dos medallas olímpicas y un centenar de internacionalidades. Una leyenda.

JUANA DE CASTILLA Y EL CORAZÓN DE FELIPE EL HERMOSO.



 


En el otoño de 1496 se celebró en la opulenta corte de Flandes el matrimonio entre Felipe "el Hermoso" y Juana de Castilla, uniendo de esta manera a los Trastámara con los Habsburgo. La joven Juana cambió la sobriedad de Castilla por el lujo de Flandes, y acabó completa, y perdidamente enamorada, de su esposo Felipe. Sin embargo igual que hiciera su padre el rey Fernando , y más tarde su hijo Carlos, también Felipe manipuló a la futura reina de Castilla.




Tras la muerte de Felipe, la desesperación se apoderó de la reina. Ida la mirada, consumida por el dolor, perdida la razón, la reina Juana protagonizó la más lúgubre procesión de Burgos a Granada. Los páramos castellanos fueron más tristes que nunca. En la muerte no consintió separarse de aquel que la enloqueció en vida. Celos, inseguridades, amor mal entendido. Negros nubarrones oscurecen el futuro de un mujer que nunca quiso (o nunca la dejaron ) ser reina.





Tras el entierro de Felipe, su maquiavélico padre, Fernando, con el pretexto de una enajenación mental, nunca demostrada con total seguridad, recluyó a Juana, en la localidad de Tordesillas, donde pasó (prácticamente) el resto de sus días. Amor, locura y desesperación, la princesa Juana, prisionera política y cautiva de amor, se aferra desesperada a la vida y a la razón perdida, trata de escapar de la cárcel regia, intenta huir de sí misma volar libre, ir en busca de Felipe. Mal de amores, enfermedad incurable que provoca estragos en el cuerpo, el corazón y la mente. La sublime belleza de la desesperanza humana.



Cuando Juana acudió a la llamada de la Parca, cesó su sufrimiento y fue enterrada en la Capilla Real de Granada, junto con sus padres y su esposo. La enamorada Juana, ahora por fin, dormiría el sueño eterno junto a su amado.



Sin embargo, aunque los restos de Juana pasarán la eternidad junto con los de Felipe, el corazón de su enamorado reposan muy lejos de Granada. Era una practica habitual durante la época y el corazón de Felipe se depositó en Brujas, junto al sepulcro de su madre María de Borgoña.


CLASSE, ANTIGUO PUERTO DE RÁVENA.

 


Classe o Civitas Classis, era el antiguo puerto de la ciudad de Rávena, una base permanente para la flota imperial romana. Situado en las lagunas internas que rodean Rávena, era un puerto natural muy seguro. Para llegar al mar los romanos construyeron un canal hasta el Adriático.




En la basílica de San Apolinar Nuovo, en el centro histórico de Rávena (junto a las ruinas del Palacio de Teodorico) se custodia un mosaico de Classe y su puerto, con la apariencia que debían tener en algún momento de la Antigüedad Tardía.


Hasta la invención de la locomotora de vapor, una de las grandes innovaciones, y elemento clave de la Revolución Industrial, y la posterior construcción de miles de kilómetros de vías férreas, eran los medios líquidos – ríos, mares, lagos – las principales vías de comunicación. El volumen mayoritario de intercambios comerciales, especialmente los de larga distancia, se realizaban a través de los transportes marítimo y fluvial. Por este motivo era fundamental contar con buenos puertos para auspiciar el crecimiento del comercio y mantener contactos y comunicaciones entre las regiones. Rávena contaba con el puerto de Classe, situado a unos seis kilómetros del núcleo urbano. Fundado como puerto militar en tiempos del emperador Augusto, alcanzó gran importancia durante el Bajo Imperio, y entre los siglos VI y VII fue el puerto más grande y activo de toda la costa adriática italiana. Classe fue a Rávena lo que Ostia a Roma.




En la actualidad, el monumento que centra todo el interés de los que llegamos hasta aquí es San Apolinar in Classe. La basílica romana transformada en templo cristiano.



Silencio (casi) sepulcral. Las chicharras ponen la banda sonora a una tarde estival mediterránea.




En el altar San Apollinare sustituyó a Augusto. Los cristianos modificaron las funciones de la basílica convirtiéndola en la base de la iglesia medieval.




Justiniano ordenó la conquista de estas tierras y arquitectos y artistas bizantinos levantaron este precioso edificio.



Construida en el siglo VI en honor de san Apolinar, primer obispo de Rávena. Tres naves, la central más alta y ancha que las laterales, y un ábside ornamentado con vistosos mosaicos.




La separación de naves se materializa con arcadas de medio punto que se sustentan en columnas de base cuadrada. El que durante nuestra visita el edificio esté vacío le otorga un aspecto de grandiosidad.



Los maestros de la musivaria elaboraron espectaculares mosaicos que recubren el ábside. La luz del Sol, como Dios mismo, ilumina las brillantes teselas de oro. Maravillas artísticas de la Antigüedad Tardía.



Una cruz de gran tamaño enmarcada en un circulo y el santo Apolinar con los brazos elevados presiden el conjunto que decora el ábside.






Colección de sarcófagos datados entre los siglos IV al VIII.


"El centro creador de esta iconografía es probablemente Palestina. El arte de Rávena, único de esta época que presenta un grupo de obras bastante importante para permitir un análisis de estilo monumental, acaso refleja el arte de la corte bizantina. Apresurémonos, no obstante ,a decir que esta afirmación contiene una gran parte de hipótesis. En la misma Constantinopla no se han conservado imágenes figuradas de esta época, así es que no podemos concluir su existencia más que por deducciones'. El arte y el hombre. Dir. René Huyghe.



San Apolinar está situado en el centro de un prado verde, ataviado con la casulla eucarística del sacerdote oficiante. Los seis corderos de ambos lados simbolizan a los Doce Apóstoles.



Otros tres corderos, con los rostros dirigidos hacia la cruz central, simbolizan a Pedro, y a los hermanos Juan y Santiago, testigos de la Transfiguración. San Mateo cuenta en su evangelio que Cristo los condujo a una montaña alta y se transfiguró en su presencia. Y en lo alto aparecieron Moisés y Elías hablando con Él. En el mosaico ambos profetas emergen de las nubes y la gloria de Cristo se expresa mediante una cruz inscrita en un disco de un profundo azul tachonado de estrellas.



En lo más alto surge la mano de Dios Creador entre las nubes. Este esquema global carece de antecedentes iconográficos y no volvió a repetirse.


"En realidad, el arte bizantino no es producto de una ciudad ni de una región determinadas. Es resultado de una evolución del arte grecorromano, cuyas causas son múltiples a nuestro parecer". El arte y el hombre. René Huyghe.




Desde el 2012 cinco búfalas dirigen sus pesados pasos hacia el Monumento Patrimonio de la Humanidad, una obra del artista Davide Rivalta. Las esculturas pacen tranquilamente ante la mirada de los visitantes que se acercan para posar junto a ellas.






El búfalo de agua se cría (fundamentalmente) en la región italiana de la Campania desde aproximadamente el siglo XI. Encontramos búfalos en otras regiones europeas, como la llanura húngara. La leche de estas búfalas es el ingrediente principal de uno de los quesos italianos más famosos, la mozzarella.



La literatura y la pintura se funden en Classe con la bella arquitectura. En los pinares que rodean la ciudad situó Bocaccio una de los relatos de su Decamerón, la historia de Nastaglio degli Onesti. Paseando, triste y melancólico, por estos lares, tuvo el protagonista Nastaglio una horrenda visión; una joven muchacha desnuda perseguida por dos perros y un caballero.




El caballero alcanza a la joven, le extraer el corazón del cuerpo y se lo lanza a los perros para que lo devoren. Inmediatamente la escena vuelve a repetirse como una condena sin fin. La joven y el caballero son fantasmas que sufren castigo eterno, ella por tratarlo con desdén, y él por suicidarse. El artista del Renacimiento Sandro Botticelli realizó una serie de cuatro cuadros narrando la historia completa. Tres de ellos se exponen en el Museo del Prado en Madrid.



Classe es la antesala, o el epílogo, perfecto de una visita a Rávena.

lunes, 9 de junio de 2025

LOKET, FANTASÍA EN BOHEMIA.

 



Crecimos oyendo cuentos, leyendo novelas y viendo películas de aventuras, de capa y de espada. La Edad Media era para nosotros sinónimo de fantasía y de acontecimientos maravillosos. De niños soñamos con castillos como el de Loket.




Los propios brazos de Gea surgen de la tierra y se convierten en muros y torreones, la fortaleza forma parte intrínseca de la propia montaña. La formidable fortaleza debía parecer inexpugnable a los posibles asaltantes.




El río Ohre rodea, casi completamente la fortaleza, alrededor de la cual fue desarrollándose el burgo de Loket. Karlovy Vary está muy cerca , de manera que el castillo y el pueblo reciben un considerable número de visitantes.




Cruzamos el puente para dirigirnos al pueblo y a la entrada enseguida llama la atención un magnífico edificio de porte clásico, la Pivovar Svaty Florian, una de las cervecerías con más tradición de la zona.




Loket es un precioso conjunto arquitectónico que fueron creciendo al amparo de la fortaleza. Lujosos edificios de época convertidos en establecimientos para el esparcimiento y el turismo ( especialmente checo, alemán y ruso).





Este edificio me recuerda, muy lejanamente, a las casas gremiales de Flandes. Si alzamos la vista podemos distinguir una abeja en la parte superior de la fachada principal. ¿Un gremio de apicultores?.





La columna de la peste levantada para agradecer el final de la epidemia. Monumento muy característico de las ciudades de Europa Central.





Y la sociedad secreta mas popular, y por ende, menos secreta del mundo. El auge del turismo, las redes sociales y las teorías de la conspiración han provocado gran fascinación por este tipo de organizaciones. ¿O realmente fue la sede de una logia?.



El poeta Goethe se alojó en varias ocasiones en Loket, durante sus frecuentes visitas a Bohemia. La joven Ulrike von Levetzow rechazó al literato, cuando este tenía más de 70 años. Después de este desengaño, el genio del romanticismo alemán, jamás volvió a Bohemia.



El centinela custodia los caminos que llevan al castillo. El portazgo de cobra un poco más adelante, en un lugar que pone, taquilla.





Al otro lado de esta puerta comienza un viaje al Medievo. Pero a un Medievo adaptado a las exigencias del siglo XXI.



El desarrollo del castillo está estrechamente vinculado con la casa de Luxemburgo que dio a Bohemia varios reyes. Juan de Luxemburgo se casó con Isabel de Bohemia con la que tuvo varios hijos.




Uno de los hijos de Juan de Luxemburgo fue el futuro emperador Carlos IV. Siendo pequeño su padre desconfiaba de su madre y pensaba que preparaba un complot para destronarlo. Isabel de Bohemia fue apartada y Carlos, que aún era un niño, encerrado en el castillo de Loket.



A pesar de la sufrida infancia en el lugar, Carlos IV solía pasar temporadas en el castillo. Cuenta la leyenda que durante una partida de caza organizada desde aquí el rey Carlos encontró las aguas termales que serían origen de Karlovy Vary.




Y para tan ilustre inquilino, una letrina a la altura de su majestad.





Aunque la función primera de un castillo es la defensa, también desempeña otros cometidos como control del territorio, centro de redistribución, residencia o símbolo de una clase social, la nobleza.




Un curioso personajillo.



Y en la mazmorra más profunda, oscura y húmeda, algún pobre desgraciado estará sufriendo tormento.







El morbo, la violencia y el sufrimiento ajeno, tocan la fibra más morbosa del ser humano. Y eso vende. De manera que los museos de torturas proliferan como setas después de la lluvia.





En las mismas entrañas de la montaña, bajo los poderosos torreones del castillo, se encuentra el Nido del Dragón, el auténtico guardián del tesoro. La Europa medieval estaba plagada de ellos y hoy son muy pocos los que sobreviven.




El blasón de Loket.



Por cierto los que tengan a bien orinar en las calles de Loket, sufrirán un terrible castigo.




Loket, la fortaleza inexpugnable de Bohemia noroccidental.


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