sábado, 23 de octubre de 2021

ARTE GRIEGO: LOS ÓRDENES CLÁSICOS.

 




La arquitectura griega se forjó a partir de los conocidos como Órdenes Clásicos, que se refieren al conjunto de reglas, formas, escalas y decoración de los edificios. El interés de los griegos por la geometría y las correcciones ópticas dio como resultado edificios de bellas proporciones. Las diversas partes del edificio se relacionaban entre sí en anchura, altura y longitud.

El griego es un arte que se centra en el hombre, ese antropocentrismo hizo que la escala de sus construcciones fuera cercana a la dimensión humana. Según el filósofo Protágoras “el hombre es la medida de todas las cosas”.

La griega, es una arquitectura arquitrabada o adintelada, que ignora el arco y la bóveda, buscando en las líneas rectas la sensación de solidez y estatismo.

Hasta mitad del siglo V a. C., el material más usado fue el conglomerado o piedra arenisca. Ya en época clásica, se introdujo el mármol (templo de Apolo en Delfos o Partenón), más difícil de trabajar.

Se utilizaban colores (hoy perdidos): azul en los triglifos; rojo en el fondo de las metopas.

Los tres órdenes son dórico, jónico y corintio, y se diferencian básicamente en sus elementos decorativos y en las proporciones de la columna.

Los elementos.

Los tres órdenes están compuestos por los mismos elementos. Desde la base hacia arriba tenemos:

    • Plataforma.

    • Columna.

    • Entablamento.

    • Frontón.



A. Plataforma o estereóbato.

El estereóbato es una plataforma de tres gradas que funciona como soporte y base de todo el edificio. Se llama estilóbato a la plataforma superior que conforma el suelo. Su forma es invariable en los tres órdenes.


B. Columna.

La columna es el componente básico de la arquitectura griega, como elemento sustentante principal y decorativo. Una columna es una estructura vertical de sección circular cuyas partes esenciales son basa, fuste y capitel.

      • La basa es una pieza que separa toda la estructura del suelo (excepto en el orden dórico).

      • El fuste es el pie de la columna y está recorrido por un número variable de estrías.

      • El capitel es un elemento decorativo situado sobre el fuste de la columna y que sostiene el arquitrabe, dintel o el arco.


C. Entablamento.

El entablamento es el conjunto de elementos horizontales sostenido por columnas y pilares, que forman el remate de un edificio. Está integrado por arquitrabe, friso y cornisa.

    • El arquitrabe es el elemento horizontal que apoya en la columna, parte inferior del entablamento.

    • El friso es la faja decorativa de desarrollo horizontal entre el arquitrabe y la cornisa.

    • La cornisa es una moldura que remata la parte superior de un entablamento. Su interior triangular se llama frontón.


D. Frontón.

Los edificios se cerraban con cubiertas a dos aguas, con lo que en la zona central quedaba una zona triangular vacía sobre el entablamento. Para cubrir esta zona se utilizaban piedras formando el fontón, cuya parte cnetral, lisa, constituye el tímpano que se decoraba con relieves. Sobre los vértices del frontón se solían colocar las acróteras, que eran pequeñas estatuillas, jarrones o figuras vegetales a modo de adorno que corona el edificio.


Orden y canon.

La arquitectura griega busca la armonía en la proporción, número y equilibrio. El canon nace del diámetro de la columna en su parte más baja y determina las relaciones entre todas las partes (longitud, anchura, altura, número de columnas . . . ). Todo el conjunto debe ser eurítmico. La euritmia es la justa proporción entre todas las partes. Los órdenes surgieron como soluciones armónicas entre lo arquitectónico y lo decorativo. En la constante búsqueda de esa armonía se fueron estableciendo sucesivamente los órdenes clásicos; dórico, jónico y corintio.

Se llama orden al conjunto formado por la columna y el entablamento dispuestos según cánones más o menos fijos. Canon son las relaciones armónicas entre las diversas partes de una obra.


Armonía visual.

El arquitecto griego busca y se obsesiona con la perfección técnica, tanto en el perfecto acabado de los muros como la armonía visual del conjunto. Esta búsqueda le obliga a realizar una serie de correcciones ópticas para paliar las deformaciones de la visión humana.


Esta armonía visual la consiguen introduciendo una serie de correcciones:

    • Arquean los arquitrabes y estilóbatos, ya que el ojo humano tiende a combar las líneas horizontales.

    • Se inclinan ligeramente las columnas hacia el interior para impedir la sensación de caída

    • Distancia desigual de los intercolumnios, las columnas de los extremos se acercan más a sus compañeras, ya que la luz les resta nitidez.

    • Éntasis o abultamiento de las columnas por su parte central, para evitar efectos de concavidad.


ORDEN DÓRICO.

El dórico es el más antiguo de los órdenes clásicos y se extendió por la Grecia Continental y en la Magna Grecia. Un orden de proporciones robustas y austero en su decoración. Asociado a divinidades masculinas.



La columna carece de basa, arrancando directamente del estilóbato o último escalón.

El fuste es recorrido por estrías o acanalado de arista viva en un número que oscila entre 16 y 20. El fuste dórico presenta éntasis, es decir, el ensanchamiento de la parte central para corregir deformaciones ópticas. Está formado por piezas cilíndricas superpuestas denominadas tambores.

El capitel está formado por un equino (elemento curvo y almohadillado), al que se superponía el ábaco (un bloque rectangular). A ves aparece también una moldura fina llamada collarino.




El entablamento dórico está compuesto por:

    • arquitrabe liso sobre columnas (dintel horizontal)

    • Un friso en el que se alternan triglifos y metopas. Los triglifos son pequeños pilares espaciados con regularidad y las metopas se inserta entre dos triglifos, presenta superficie cuadrada y casi siempre está decorado con relieves.

    • La cornisa es un saliente de remate. Se compone de un alero (parte continua del tejado que sobresale del muro) y de una moldura terminal (llamada cimacio). En los frentes menores el tejado a dos aguas forma el frontón triangular, cuyo interior se suele decorar, y se llama tímpano. Por último los vértices del frontón se adornan con acróteras.


Ejemplos de templos dóricos: templo de Hera en Paestum del siglo VI a.C y los Propíleos de la Acrópolis y el Partenón del siglo V a.C.

El orden dórico puede interpretarse como una respuesta a la exigencia de expresar visualmente la unidad helénica.

Nacido en Grecia hacia 650 a.C., el orden dórico se difundió rápidamente por las ciudades-estado griegas de Italia meridional y de Sicilia. Sus elementos fundamentales se fijaron hacia el año 600 a.C.; los cambios de épocas posteriores no son más que perfeccionamientos. La aparición de este orden arquitectónico indica la creciente prosperidad del mundo griego, y coincide con el paso de la madera a la piedra en la construcción de edificios monumentales.

La columna troncocónica sin base, que apoya directamente sobre el estilóbato, sostiene el característico capitel compuesto de dos partes; el equino, de perfil redondeado, y el ábaco, en forma de placa cuadrangular. El capitel tiene la función de sostener los bloques rectangulares de piedra que forman el arquitrabe. Sobre el arquitrabe están el friso y la cornisa. El friso dórico evidencia sus orígenes en edificios de madera: las placas acanaladas llamadas triglifos imitan el cabezal de las vigas. Su transformación en elementos decorativos queda acentuada por las gotas, pequeños troncos de cono colocados bajo los triglifos imitando las clavijas de madera. Los espacios entre triglifos, las metopas, están generalmente decorados con relieves esculpidos que aluden a la función del edificio o a la deidad a la cual este está dedicado. Los romanos adoptaron los tres órdenes griegos para articular sus realizaciones arquitectónicas. Vitrubio, el gran teórico de la arquitectura, estableció reglas precisas para el uso de los tres órdenes, las proporciones de los diferentes elementos y el correcto empleo de los detalles. Aunque aconsejaba reservar el orden dórico para los dioses masculinos, su empleo en la Grecia clásica tenía más bien connotaciones políticas y culturales. En Roma, el orden dórico nunca tuvo demasiado éxito. Volvió a usarse durante el Renacimiento, cuando, en base a las teorías vitrubianas, se le asoció a una imagen de moralidad. Pero su verdadero renacimiento fue durante el siglo XVIII durante el neoclasicismo.

Mary Hollingsworth

Historia Universal del Arte.


ORDEN JÓNICO.

El orden jónico nace en el siglo VI a.C en territorio de Jonia (islas del Egeo y Asia Menor), un orden de proporciones esbeltas y delicadas, más ornamental, con mayores dimensiones y monumentalidad. Asociado a lo femenino se suele emplear en templos dedicados a diosas.



La columna jónica arranca en una basa circular compuesta por tres elementos:

    • Plinto o paralelepípedo

    • Dos toros, que son molduras convexas.

    • Una escocia o moldura cóncada situada entre los dos toros.

Fuste acanalado, con mayor número de estrías que en el dórico, y sin éntasis.


Capitel adornado con volutas a los dos lados. Estas volutas son el elemento más característico del orden jónico.


El entablamento jónico se compone de:

    • arquitrabe dividido en tres bandas horizontales

    • friso con decoración corrida. No tiene ni triglifos ni metopas.

    • Cornisa algo menos volada que la dórica

    • Frontón similar al dórico, con decoración escultórica.


Ejemplos de templos jónicos: templo de Atenea Niké y el Erecteion, ambos del siglo V a.C situados ambos en la Acrópolis ateniense. A partir del siglo V a.C comenzó a usarse la combinación de ambos órdenes en el mismo edificio.




Cariátides y atlantes.

En el orden jónico, en ocasiones, se sustituye la columna por una figura humana, denominada cariátide si es una mujer y atlante si es hombre.


Durante es periodo se introduce en Atenas el orden jónico, con la construcción del templo de Atenea Niké (portadora de la victoria), seguida poco después de la del Erecteion, ulterior desarrollo del mismo tema. Erecteion era el legendario antepasado común de atenienses y jonios; por lo tanto, los capiteles jónicos son también una expresión del ideal político que había inspirado la construcción del templo. Desde el punto de vista de las proporciones, el orden jónico es más esbelto que el dórico; otro elemento característico los constituye el capitel decorativo. En contraste con la viril severidad del orden dórico, el jónico tiene una clara connotación femenina, que en el caso del Erecteiom se acentúa con la adición de un pórtico sostenido por figuras femeninas ricamente vestidas, llamadas cariátides, elemento característico de la arquitectura jónica de la época precedente. La introducción del orden jónico en los prestigiosos edificios de la Acrópolis de Atenas precisamente en ese momento histórico demuestra la importancia del arte como vehículo propagandístico.

Mary Hollingsworth

Historia Universal del Arte.

ORDEN CORINTIO.

El corintio, que deriva claramente del jónico, fue el último de los órdenes clásicos en aparecer, en la primera mitad del siglo IV a.C.


Sus diferencias con el jónico se centran en el capitel. Este capitel corintio se desarrolla a partir de la imitación de la naturaleza, por eso la mayoría de los términos empleados para distinguir sus partes tienen nombres que proceden del mundo vegetal.



Sus diferencias con el orden jónico son las que siguen:

El capitel compuesto por un núcleo central a modo de campana invertida, aparece decorado con dos filas de hojas de acanto superpuestas, de donde arrancan cuatro largos tallos en espiral llamados caulículos.


La columna corintia tiene mayor altura que la columna jónica.


Este orden será el utilizado en época helenística, además de ser el más imitado (arte romano, Renacimiento. . . ).


Ejemplo de templo corintio es el Olimpeión de Atenas dedicado al dios Zeus, construido en el siglo II a.C.


La riqueza se expresa generalmente en la opulencia de la decoración; por lo tanto, no debe sorprendernos que el orden dórico, característico de la Atenas democrática, cayera en desuso en la época helenística. En la realización de templos grandiosos (como, por ejemplo, el Zeus Olímpico en Atenas), se prefiere entonces el orden corintio, más elaborado. Se caracteriza por el capitel marcadamente decorativo, con breves volutas adornadas con hojas de acanto. La mayor altura del capitel, colocado sobre una columna de proporciones jónicas, da más esbeltez al conjunto.

Mary Hollingsworth

Historia Universal del Arte.

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