Al noroeste del Gran
Ducado de Luxemburgo, muy cerca de la frontera que el río Mosela
dibuja con Alemania, concretamente en el Valle del Our, se levanta la
población de Vianden, protegida por un impresionante castillo.
La página web de
turismo de la ciudad se refiere a Vianden como “La Joya de la
Corona de Luxemburgo” y probablemente no le falta razón, pues al
encantador medio natural en que se encuentra y el trazado medieval,
hay que añadir su vieja historia.
El pequeño pueblo, que
tiene en la Grand Rue su calle principal, fue la sede medieval de una
poderosa familia, los duques de Vianden, que instaló su residencia
(y centro de negocios) en el castillo que corona la cercana colina
rocosa. Desde el siglo XV fue propiedad de la dinastía Orange-Nassau.
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