La capital de la
histórica región de Borgoña nos recibe con un sol de justicia, que
no se cuán habitual será por estas tierras. Si la historia hubiese
sucedido de otra forma, Francia sería ahora Borgoña. Aunque a pesar
del empeño burgundio-borgoñón, la victoria final fue para los
francos. Europa es un enorme puzzle donde algunas piezas se funden,
se fragmentan o desaparecen. En ocasiones unas se superponen sobre
otras.
Dijón conserva toda la
belleza y grandeza de una ciudad que fue capital y sede de los Duques
de Borgoña. En algún momento tuvo aspiraciones de convertirse en
capital permanente de una gran estado.
Mientras los reyes
Capetos estaban enfrascados en la Guerra de los Cien Años, los
duques de Borgoña configuraban uno de los estados más pujantes y
modernos de Europa. En esta época la corte se situaba en Dijón se
convirtió en un centro cultural de primer orden continental, donde
se patrocinaban a reputados artistas como Roger Van der Weydem, los
hermanos Van Eyck o el escultor Claus Sluter.
La sombra de Felipe el
Bueno es alargada.
Los duques de Borgoña
tenían aquí su corte, aunque el edificio actual fue remozado en el
siglo XVII para albergar el Parlamento. Actualmente es sede el Museo
de Bellas Artes. Este palacio fue reconstruído y embellecido por
Felipe el Bueno para reflejar el esplendor de la corte borgoñona. El
Palacio de los Duques – Palais des Ducs – tiene dimensiones de
omnipotencia.
La Catedral de St-Benigne
tiene su origen en una abadía benedictina fundada en el siglo XI. De
la construcción primitiva se conserva poco.
La iglesia de Notre Dame,
en las proximidades el Palacio de los Duques, ¿pudo ser el templo
predilecto de los gobernantes de la ciudad?.
Juana de Arco,
omnipresente en toda Francia.
Notre Dame es la más
hermosa de todas las iglesias de Dijon, un entrevesada construcción
gótica edificada hacia el 1240. El maestro constructor consiguió
dotar al edificio de una gran majestuosidad a pesar de sus modestas
dimensiones.
¿Puede ser Dijón la
segunda ciudad más hermosa de Francia, tras la inconmensurable
París?
Claus Sluter también
dejó muestras de su maestría en la urbe.
Hermosas ciudades cuya
esencia es el medievo. Pasito a pasito recorremos la Europa gótica.
La ciudad antigua, caracterizada por la urbs romana, muere con la
caída del Imperio. En la Plena Edad Media resurge la ciudad nueva,
como concepto, y sobre todo, como estructura, surge algo totalmente
novedoso. Conocerá una nueva metamorfosis a raíz de la Revolución
Industrial.
En definitiva una ciudad
con todo el boato de la corte borgoñona. Los duques, en especial los
de los siglos XIV y XV, aguardan en cada esquina para susurrarte su
historia.
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