Un Longino colosal y
apoteósico muestra la famosa lanza que atravesó en costado de Jesús
en la cruz, y a la que folklore, tradición y superchería, atribuyen
fabulosos poderes. Gian Lorenzo Bernini, alquimista del cincel,
insufló vida a este centurión romano, que talló con los brazos en
cruz y lo colocó en una hornacina abierta en uno de los pilares que
sostienen la enorme cúpula de San Pedro.
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