Bruselas,
un importante centro comercial siempre fue una presa apetecible para
ambiciosos señores de la guerra y de políticos sin escrúpulos. En
el año 1359 las tropas del Conde de Flandes, a las órdenes del rey
de Francia conquistaron la ciudad. La ocupación, sin embargo, duro
poco tiempo. Everard't Serclaes se puso al frente de la resistencia y
consiguió expulsarlos, manteniendo la independecia y libertad. Un
monumento de bronce en la Grand Place, cerca del ayuntamiento de
Bruselas recuerda la hazaña de Everard que murió en este mismo lugar en 1388.
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