Mosaico al estilo bizantino en la Iglesia Votiva de Mohacs. |
Santa
Piroska, princesa húngara hija del rey santo Ladislao I y Adelaida
de Suabia. Huérfana a los dos años, su primo Colomán se encargó
de ella y la entregó como esposa a Juan II Comneno, en una época de
entendimiento entre ambos estados.
Piroska
abrazó la fe ortodoxa, adoptó el nombre de Irene y se convirtió en
emperatriz de Bizancio. A pesar de residir en Oriente, jamás se
desentendió de Hungría y siempre se mostró dispuesta a recibir
embajadas magiares, caballeros y misioneros húngaros, y en ocasiones
sirvió de perfecta intermediario entre el Imperio y el Reino.
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