La
bajada hasta aquí, con piedras y en pronunciada pendiente, resulta
terrorífica. A la entrada del pueblo un cartel nos da la bienvenida
al Bierzo. Pueblo que presenta la típica arquitectura del Bierzo,
con solanas de madera, floreadas, portones recios con antiguas
aldabas y cubiertas de pizarra.
Típico pueblo con casa
alineadas a ambos lados del camino. Los Reyes Católicos dispensaron
de tributo a los vecinos de El Acebo, a condición de que señalaran
el camino a los peregrinos, especialmente durante las nevadas
invernales. Para ello utilizaban grandes estacas de madera, en un
número próximo a las ochocientas. También hacían sonar las
campanas en aquellos momentos en que la niebla imposibilitaba la
visión a los romeros.
En documentos antiguos el
pueblo recibe el nombre de El Acebo de San Miguel Arcángel, que
sigue siendo su Santo Patrón, y al que se le consagró una iglesia
románica, que presenta espadaña con dos campanas, en el siglo XII.
Su interior guardaba una imagen de Santiago Peregrino.
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