La basílica de la Santa Croce en Florencia es un típico ejemplo de iglesia franciscana de época gótica, con cabecera abovedada y nave central con cubierta de madera. Los franciscanos predicaban la pobreza evangélica y quisieron reflejar esos ideales en su arquitectura.
Su interior es el lugar de eterno descanso para algunos de los más influyentes hombres del Renacimiento y forjadores de la Edad Moderna: Miguel Ángel, Galileo o Maquiavelo.
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