Colegiata Santa María la Mayor, sobriedad románica para uno de los símbolos toresanos. La Colegiata organiza la ciudad a su alrededor, las calles se sitúan en su entorno formando una especie de gran abanico. Desde aquí podemos disfrutar de una hermosa panorámica del río Duero. Y para defenderla, a unos pocos centenares de metros se levanta el alcázar.
En el siglo XII se comenzó su construcción, inspirándose en la cercana catedral de Zamora. La ejecución del edificio se prolongó durante más tiempo del esperado, y es por eso que encontramos elementos románicos y elementos góticos, como sucede con el Pórtico de la Majestad.
En una primera fase, siglo XII, se construyen las portadas laterales, los muros y las trazas, utilizando para ello, piedra caliza. En su segunda fase, siglo XIII, el segundo maestro convirtió la piedra arenisca en su material básico, llevando a cabo la construcción de la cubierta y el cimborrio con torres adosadas.
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