El primer rey oficial (y
legítimo), Boleslao I Chrobry, tuvo que esperar a que se muriese el
emperador (Enrique II) para poder ser coronado como tal. Nunca se
fiaron los unos de los otros, pero los colonos germanos ayudaron al
desarrollo urbano de Polonia, y los duques polacos prestaron apoyo
(aunque sea moral) al Imperio. Desde Alemania nunca vieron con buenos
ojos (y es lógico) el fortalecimiento del Reino de Polonia (un
potencial rival que iba a competir por el mismo territorio). En
Polonia no gustaba los continuos intentos de los alemanes por
intervenir en sus asuntos internos. Sin embargo, el Emperador tratará
de atraerse a los duques polacos hacia la causa imperial en la
enconada Querella de las Investiduras. Muchas veces lo conseguirá.
Un ni contigo, ni sin ti, entre los gobernantes polacos (duques,
príncipes y reyes) y los Sacro Emperadores, que marcaran durante
varias centurias las relaciones entre ambos estados. Continuará...
La pared inmaculada
Hace 1 hora
No hay comentarios:
Publicar un comentario