Observar aves de una de las
actividades más placenteras y agradecidas de cuantas podemos
realizar en la Naturaleza. Rastrear (e intentar) observarr mamíferos
silvestres puede resultar desesperante, agotador y frustrante. Con
las aves sucede justo lo contrario, es relativamente sencillo
disfrutar de ellas en su propio hábitat. Esta actividad se torna
fascinante cuando nos encontramos en el medio acuático, y el Delta
del Danubio es, probablemente, el mejor lugar de toda Europa para
recrearse con este maravilloso espectáculo.
El Danubio forma en su
desembocadura multitud de pequeños lagos, como el Lacul Lejai, un
auténtico santuario de pelícanos. Aislado por un denso carrizal,
alejado de miradas curiosas y furtivas, las aves se sienten
protegidas. Cerca del lugar se encuentra la aldea de Sfantu Gheorghe.
El pelícano de Dalmacia y el
Gran Pelícano Blanco han sido declarados en Rumanía monumento
nacional. Se alimentan casi exclusivamente de peces y anidan en
grupos formando colonias. Se trata de una especie migratoria que
abandona sus lugares de cría en Rumanía a finales del mes de
Agosto, regresando entre Febrero y Marzo.
La Reserva de la Biosfera del
Delta del Danubio es una de las más importantes áreas de cría en
Europa para el pelícano de Dalmacia, pues en Rumanía se encuentran
la segunda y la tercera colonia más grande del continente.
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