jueves, 5 de septiembre de 2019

CASIMIRO III EL GRANDE, REY DE POLONIA.





En los años convulsos del siglo XIV, un monarca eficaz y resolutivo se sentó en el trono de Polonia, Casimiro III el Grande (Kazimierz Wieliki). Su persona aúna tres facetas; el diplomático, el guerrero y el mecenas. Estamos ante uno de los monarcas medievales polacos más destacados. “La monarquía Piast, reconstituida en el siglo XIV, llegó a su apogeo político y cultural con Casimiro III, a partir de 1333”. (Perry Anderson. El Estado Absolutista).

Casimiro recibió la corona de su padre, Ladislao I Lokietek, que trabajó denodadamente durante treinta años para convertirse en monarca. En 1320 fue coronado. A la muerte del padre la sucedió el hijo que no dudó en continuar la obra del progenitor. El reinado de Casimiro III (1333 – 1370) es uno de los más largos en toda la historia de Polonia.

Sus primeros éxitos los obtuvos en el campo de la diplomacia, poniendo fin al conflicto con la monarquía bohemia (Juan I de Luxemburgo renunció a sus derechos por el trono polaco) y de paso estrechar lazos con la húngara en la famosa reunión a tres bandas de Visegrad. Además firmó una tregua (nunca una paz perpetua) con la Orden Teutónica en 1343 lo que le permitió recuperar la región de Cuyavia (Kujaway).



Como hombre de su tiempo, dedicó parte de su reinado a la guerra, extendiendo su territorio hacia el sureste aprovechando la desintegración de Kiev, y ampliando los territorios con el sometimiento de Mazovia, Podolia y uniendo a la corona el reino de Galitzia-Volinia.

Buen estadista, promovió el desarrollo de todo el potencial económico de Polonia, reorganizó el ejército y codificó las leyes. Se ampliaron los derechos de los judios que llegaban a tierras polacas desde el siglo IX. Su obra política permitió consolidar la posición de Polonia en Europa.

Casimiro fue un hombre instruido y culto, patrocinó las artes, el estudio y sentó las bases del futuro florecimiento cultural durante el Renacimiento. En ese sentido fundó la Universidad de Cracovia en 1364. Durante su reinado se desarrolló el estilo gótico con la construcción en ladrillo de ciudades, castillos e iglesias, destacando las Catedrales de Cracovia y Gniezno. Se dice que Casimiro heredó una Polonia de madera y legó una Polonia de piedra.



Aunque se casó cuatro veces (Aldona de Lituania, Adelaida de Hesse, Christina Rokiczana y Hedwig of Sagan) no tuvo ningún hijo varón. Su única descendencia fue una chica: Isabel de Polonia. Al carecer de heredero, y en base a un acuerdo anterior, su sobrino Luis de Anjou, rey de Hungría, se convirtió en rey de Polonia. Con su muerte desapareció para siempre la dinastía Piast, aquella que en los años oscuros puso las bases del Reino de Polonia.

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