La
catapulta tipo “scorpio”, con un peso ligero no superior a 40
kilogramos y su reducido tamaño, era la más común de las piezas de
artillera romana de torsión. Su uso generalizado se explica por su
cómodo diseño; se desmontaba en tres piezas, lo que facilitaba sus
transporte y empleo en las batallas campales.
Su
diseño permitía arrojar flechas de pequeño tamaño, de unos 70
centímetros, fabricadas en madera, con una punta muy afilada de
hierro, capaz de perforar armaduras. Era un arma muy precisas, capaz
de acertar a una distancia de 500 metros, de ahí que fuese apoda
scorpio, por lo letal de su picadura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario