Una noche plácida y silenciosa, después de una cena reparadora en la Posada del Embrujo.
El río Rodiezmo, afluente del omnipresente Bernesga, nos acompañó durante algunos kilómetros en la etapa de ayer. Arteria vital de Poladura de la Tercia.
Niebla matutina. No existe momento mejor para comenzar la jornada. Piernas prestas, la montaña espera.
La montaña engulle al caminante y lo somete a su ley. Todo es cuestión de humildad, conocimiento y respeto. Si comprendes a la montaña ella estará dispuesta a ayudarte. Pero nunca se te ocurra desafiarla. Es como el mar, orgullosa y vengativa.
La timidez del astro Rey.
La Ciudad Esmeralda nos espera. Cada cual sigue su propio camino de baldosas amarillas.
La joven y humilde aracne tuvo una doble osadía, retar a Palas Atenea, y además derrotarla. La irascible diosa la maldijo y la convirtió en eterna tejedora. Los seres humanos veneramos a la diosa y admiramos el minucioso trabajo de Aracne.
Somos seres diurnos y el amanecer nos llena de energía.
Corazón, piernas, pulmones y cabeza trabajando al mismo ritmo.
Cantu la Tusa y Cruz de San Salvador. Poco a poco, pasito a pasito, León se va convirtiendo en Asturias.
Desnuda la roca,
sendero pedregoso,
la montaña no pone las cosas fáciles.
La recompensa compensa todos los esfuerzos de los que seamos capaces.
Unión eterna del Cielo y la Tierra.
Urano derrama su simiente en la matriz de Gea, su unión es generadora de vida. De la unión de contrarios nace toda la existencia.
Collado del Cueto (o del Coito en leonés-asturiano), 1568 metros de altitud. Techo del Camino de San Salvador.
Coníferas, refugio de pajarillos forestales como petirrojos, pinzones, collalbas, mirlos, escribanos . . .
Collado de la Sierra del Cuchillo, 1564 metros de altitud.
A veces no sabemos si entramos, o salimos.
Desde tiempos remotos la ganadería extensiva ha sido una actividad vinculada con los medios de montaña. Durante los meses estivales las reses pastan en estos prados en régimen de semilibertad.
Son sus tierras, sus prados, sus caminos. Aquí son ellas las que tiene la preferencia de paso, somos nosotros los intrusos.
Arquitectura adaptada al medio montañés y a la actividad ganadera.
Plácidos valles cantábricos.
La belleza del mundo animal.
Los sonidos de la montaña leonesa.
El precio de la modernización y el desarrollo. Las carreteras nacionales fueron marginadas y los bares, hostales y restaurantes cayeron en el olvido y el abandono. Desde Poladura de la Tercia hasta Arbás del Puerto han sido 2 horas y 15 minutos para recorrer 8 kilómetros. De aquí a Payares son 6.1 kilómetros en 1 hora y 38 minutos.
Colegiata de Santa María de Arbas fundada hacia 1092 por frailes agustinos. Situada en el camino de San Salvador también contó con un hospital para peregrinos. Construcción tosca destinada a guardar el ganado de la comunidad. Acogía por igual a peregrinos y a aquellos pobres que lo solicitaban.
Obra del siglo XIII, románico tardío, planta basilical de tres naves rematadas por tres ábsides.
El ábside es la materialización de la caverna, el templo original. Evolución de la basílica romana. Su forma circular corresponde a la parte femenina de la iglesia, siendo las torres y los muros la masculina.
La imagen original fue destruida durante la Guerra Civil y la iglesia saqueada. La restauración se llevó a cabo en los años '60 del siglo XX.
Más detalles de la iglesia.
Muchas veces estas iglesias tienen una leyenda que contarte. Durante los trabajos de construcción un oso bajo de la montaña y devoró a uno de los bueyes que se dedicaba al transporte de piedras.
El oso fue obligado a sustituir al buey en su labor. Atado a otro buy realizó torpemente el trabajo. Como recuerdo de aquella leyenda el oso y el buey aparecen esculpidos en la portada occidental de la Colegiata.
¿Una señal de la Divinidad?.
El viejo parador de Pajares no consigue sobrevivir a los tiempos.
Conquistar el puerto de Pajares tiene algo de épica.
La montaña asturiana es el próximo reto.
Payares, concejo de Lena, vinculado desde siempre a la vía de comunicación entre Asturias y León (y por extensión del resto de España). De Poladura de la Tercia a Payares 3 horas y 53 minutos para recorrer apenas 14 kilómetros.
Hay días que uno siente que es capaz de tocar el cielo con la punta de los dedos.

Collados que se elevan a los cielos para provocar a Urano. El Dios de los cielos cubre la montaña y derrama su simiente sobre ella. Caminamos hacia San Salvador pero realmente lo que hacemos es venerar la unión, primordial, esencial y eterna entre el Cielo y la Tierra, la generación misma de la vida. Gea eleva sus montañas y Urano las cubre con su niebla. Los bosques y los prados, los ganados, las rapaces y las pequeñas aves forestales. El silencio solo es roto por un lejano cencerro y por la frenética actividad de los pajarillos que se mueven del camino al sotobosque y a las tupidas ramas de pinos, robles, hayas y acebos, Caminamos abrazados por la vida en todas sus formas. La humedad, la dureza del recorrido y la belleza sobrecogedora de cada paisaje. La montaña promete emociones y belleza en cada curva, en cada subida y bajada surge un paisaje nuevo, cambia el suelo, la luz, la humedad la vegetación. Se me inundan los ojos de tanta belleza. Mis piernas, mi corazón y mi cabeza funcionan como una máquina perfectamente engrasada. Aquí me siento pletórico y lleno de vida. (Domingo 6 de Julio de 2025)
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