Solimán
I llevó al Imperio Otomano a su cénit político y cultural, en esta
segunda faceta contó con la inestimable colaboración de Sinán.
Koka Mimar (arquitecto) Sinán nació en algún rincón ignoto de la
península de Anatolia y recibió formación en una escuela elitista
de Estambul. Pronto, sus aptitudes como arquitecto militar llamaron
la atención del sultán Solimán, que no dudó en nombrarlo
arquitecto imperial.
Las
obras del arquitecto Sinán son consideradas auténticas obras
maestras del arte islámico, sobresaliendo por encima de todas la
magnífica Gran Mezquita de Solimán en Estambul, precisamente el
lugar donde está enterrado “el Magnífico”. Sinán murió´con
97 años y dejó para la posteridad 131 mezquitas y otros 200
edificios.
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