Juan Escoto nació en Irlanda y profesó en París. En la corte de Carlos el Calvo redactó diversas obras, que incorporaron al pensamiento medieval los elementos del neoplatonismo. La obra de Escoto constituye el primer gran ensayo medieval de un sistema filosófico que explique los dogmas teológicos y que concuerde con ellos. En ese sentido Escoto aspiraba a una filosofía que fuera expresión de una religión verdadera. Pobre iluso.
Para el medievalista Jacques Le Goff, Juan Escoto Erígena fue el más original y vigoroso de los pensadores de ese, tan traído y llevado, Renacimiento carolingio. Para desgracia del pobre Escoto, no tuvo público en su tiempo, y su obra tendrá que esperar hasta el siglo XII para ser leída, estudiada, comprendida y utilizada.


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