Todas las guerras tienen
episodios trágicos, que con el paso de los siglos se convierten en
legendarios. La Princes Argjiro es una figura legendaria de la
mitología albanesa. Hasta el reputado literato Ismael Kadaré
escribió un poema basado en ella en los años '60.
De acuerdo con el historiador y
etnógrafo, Fotaq Andrea, la legendaria figura vivió en el siglo XV,
en el castillo de Gjirokastra, cuando los pérfidos otomanos lo
estaban asediando. La princesa – que según algunas voces estaba al
mando de la fortaleza- perdida toda esperanza, decidió arrojarse al
vació con su hijo pequeño en brazos, prefirió liberarse mediante
la muerte antes que vivir una vida como esclava del sultán.Y la
piedra se tiñó de sangre, pero sangre libre, que había sido capaz
de elegir el momento de abandonar este valle de lágrimas.
La tierra se llenó de historias
escritas en el tiempo por aquellos hombres y mujeres que no se
atrevieron a protagonizarlas. Escribieron sobre la vida de los otros,
como hago yo ahora. Cuando el azote de la guerra golpea con
violencia, la gente normal tiene que buscar elementos para la evasión
y motivos para querer seguir adelante, levantarse del barro, alzarse,
agarrar la vida con fuerza y estar presto para sobrevivir. Las
leyendas suelen ser un bálsamo muy útil en estos casos.
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