Paseando una soleada mañana por
los parisinos Jardines de Luxemburgo reparé en una estatua (de las
muchas que podemos contemplar en este espacio) de una mujer coronada
que portaba un pequeño crucifijo que pendía del cuello. Se trataba
de Batilde de Ascania.
Batilde de Ascania fue reina de
Burgundia y de Neustria y esposa del rey franco Childerico II. Además
es reconocida como santa por la iglesia católica desde el año 880.
Se ignora el origen de Santa Batilde pero se le supone anglosajona.
Lo que parece claro es que fue esclava en casa de una familia noble
de Neustria antes de ser entregada como esposa a Childerico II.Tras
la muerte de su esposo Batilde ejerció como regente de su hijo
Clotario III. La reina fundó una abadía y se convirtió en abadesa.
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