98 Escipión parte hacia Roma.
Escipión, después de haber elegido
cincuenta de entre ellos para su triunfo, vendió a los restantes y
arrasó hasta los cimientos a la ciudad. Así, este general romano se
apoderó de las dos ciudades más difíciles de someter; de Cartago,
por propia decisión de los romanos a causa de su importancia como
ciudad y cabeza de un imperio, y por su situación favorable por
tierra y por mar; y de Numancia, ciudad pequeña y de escasa
población, sin que aún hubieran decidido nada sobre ella los
romanos, ya sea porque lo considerara una ventaja para éstos, o bien
porque era un hombre de natural apasionado y vengativo para con los
prisioneros o, como algunos piensan, porque considerara que la gloria
inmensa se basaba sobre las grandes calamidades. Sea como fuere, lo
cierto es que los romanos, hasta hoy en día, lo llaman «Africano»
y «Numantino» a causa de la ruina que llevó sobre estas ciudades.
En aquella ocasión, después de repartir el territorio de Numancia
entre los pueblos vecinos, llevar a cabo transacciones comerciales
con otras ciudades y reprimir e imponer una multa a cualquier otro
que le resultara sospechoso, se hizo a la mar de regreso a su patria.
99.- Breve resumen sobre los hechos
militares posteriores en Iberia.
Los romanos, como era su
costumbre, enviaron a diez senadores a las zonas de Iberia recién
adquiridas, que Escipión o Bruto antes que él habían recibido bajo
rendición o habían tomado por la fuerza, a fin de organizarías
sobre una base de paz. Posteriormente, al haberse producido otras
revueltas en Iberia, fue elegido como general Calpurnio Pisón. A él
le sucedió en el mando Servio Galba, Sin embargo, cuando los
cimbrios invadieron Italia, y Sicilia se debatía en la segunda
guerra de los esclavos, no enviaron ningún ejército a Iberia a
causa de sus múltiples preocupaciones, pero enviaron legados para
que llevaran la guerra del modo que les fuera posible. Después de la
expulsión de los cimbrios, llegó Tito Didio y dio muerte hasta
veinte mil arevacos. A Termeso, una ciudad grande y siempre
insubordinada contra los romanos, la trasladó desde la posición
sólida que ocupaba a la llanura y ordenó que sus habitantes
vivieran sin murallas. Después de poner sitio a Colenda, la tomó a
los ocho meses de asedio por rendición voluntaria y vendió a todos
sus habitantes con los niños y las mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario