Un caballero muestra su
poderoso brazo, gracias a cuya fortaleza consiguió fama, honor y
fundar un rico y próspero condado. Una leyenda vincula a Balduino I
con la fundación de una de las ciudades más emblemáticas de
Flandes y más bellas de Europa; Brujas.
Balduino I, Brazo de
Hierro, por su ímpetu y fuerza extraordinarias fue el prime conde de
Flandes. Las aventuras y peripecias amorosas ilustran con tintes
folletinescos su ascenso al poder. Balduino, como un auténtico galán
de los años dorados de Hollywood, saltó a la fama cuando huyó con
su enamorada Judith, la hija del rey franco Carlos el Calvo, y viuda
del rey de Inglaterra. Carlos enfureció y consiguió la excomunión
de los prófugos. Los dos amantes estaban dispuestos a todo con tal
de permanecer unidos y viajaron a Roma (y la leyenda no cuenta como)
consiguieron la bendición del Santo Padre. Con la aquiescencia
papal, Carlos no tuvo más remedio que aceptar la unión.
Unos pocos años
después, Balduino tomó posesión del feudo de Flandes, adquirió la
abadía de San Pedro de Gante, y olvidando las rencillas pasadas se
convirtió en un destacado aliado del monarca Carlos y defendió con
denuedo el Reino Franco de las incursiones vikingas. Balduino luchó
el resto de su vida por ampliar sus dominios construyendo uno de los
mayores feudos de la Francia Occidental.
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