La
dinastía V se formó con los sacerdotes de Heliópolis, como Userkaf
(su alma es poderosa, 2498 – 2491), Sahure (el que está cerca de
Re, 2491 – 2477), Niuserre (poseido por el poder de Re, 2453 –
2422), el último de todos Ono o Unas (2375 – 2345). Su origen se
narra en el Papiro Westcar, que se conserva en el Museo de Berlín,
Alemania, y su teología solar triunfó durante siglo y medio.
En
Abu Gurab, más al sur de Saqqara, Userkaf construyó el primero de
los cinco templos solares o santuarios que se convertirían en la
construcción característica de los reyes de esta dinastía. Sobre
un gran podio de adobe y piedra caliza se situó otro más pequeño
en el extremo occidental, sobre el cual se alzaba un obelisco
achatado (el benben),
precursor de los obeliscos más altos del Reino Nuevo. Frente a él
había un altar del sol, que más tarde se repitió en el templo
aparentemente innovador de Akhenatón dedicado a Atón (siglo XIV
a.C.). Una calzada orientada hacia el noroeste conducía al templo
del valle y al sur se hallaba un barco de Re de adobe.
Los
sucesores de Userkaf construyeron sus templos hacia el noroeste del templo solar de su predecesor. De ellos no nos han llegado más que
pilas de rocas esparcidas por el desierto.
Ana
María Vázquez Hoys.
Historia
de la Humanidad. Antiguo Egipto.
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