sábado, 25 de enero de 2025

FITERO Y EL MONASTERIO DE SANTA MARÍA LA REAL.




Fitero es una localidad navarra que encaja a la perfección en un monasterio medieval del siglo XII. El ayuntamiento actual y la biblioteca pública ocupan dependencias del antiguo conjunto monacal. El resto del pueblo fue configurándose alrededor del monasterio.





Población y monasterio se ubican junto al río Alhama. Muy cerca está situado el balneario de Fitero, que cuenta con aguas termales que manan de la tierra a más de 50ºC.





El río Alhama, un topónimo que encontramos en Almería, Aragón, Murcia o Granada, lleva poca agua en estos días, pero suficiente para generar un hábitat ideal para los pequeños paseriformes de ribera. Un ejemplo, la elegante e inquieta lavandera blanca (Motacilla alba).





En el año 1140, en una región prácticamente deshabitada, surgió el monasterio de Fitero, uno de los primeros que el Císter instala en la península Ibérica. Fitero surge y se desarrolla en un intestable territorio, frontera entre tres reinos, Castilla, Aragón y Navarra. Disputado por unos y por otros, pasó de unas manos a otras, hasta que en 1373 quedó definitivamente incorporado al Reino de Navarra. De aquí partió hacia la Mancha el abad San Raimundo para fundar la orden militar de Calatrava.





La cabecera, con un precioso conjunto de ábsides, que se apelotonan alrededor de un eje central, es lo más destacado de este monumento arquitectónico. Es el románico el estilo que más genuinamente se relaciona con el mundo feudal. Gracias a edificios como este, la Edad Media ha conseguido llegar hasta el siglo XXI.





Con el paso del tiempo, el monasterio de Fitero dejó de ser un lugar solitario, poco a poco los lugareños se fueron apiñando a su alrededor, contribuyendo a su crecimiento y desarrollo. De esta manera llegó a convertirse en uno de los pocos conjuntos monacales del Císter que no se ubica ni en un desierto, ni aislado en medio de las montañas, como les gustaba predicar a los padres del Císter. En Dalmacia, del palacio de Diocleciano surgió la ciudad de Split. Salvando las distancias en lo relativo a las dimensiones de la ciudad, en Fitero ocurrió los mismo. Hasta el punto de que el casco histórico o el centro urbano (por definirlo de alguna manera) de Fitero es su monasterio. De esto que acabo de escribir es un esclarecedor ejemplo la Plaza de las Malvas.





El estado liberal decimonónico declaro la guerra al clero. La sociedad estamental estaba herida de muerte y el marco constitucional pretendía establecer la igualdad de todos los individuos ante la ley. Algunos ministros reformistas pusieron en marcha una serie de desamortizaciones de los bienes eclesiásticos, aquellas manos muertas improductivas, un auténtico lastre para un estado que intentaba avanzar en pos de la democracia y la modernidad (en el sentido más amplio de la palabra). Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 abolieron el Régimen Señorial, y en 1835, la desamortización de Mendizábal obliga a los mones a abandonar su casa, el monasterio de Fitero. Con la nueva titularidad, la iglesia se transformó en parroquia, y las antiguas dependencia, que se abrían a la Plaza de las Malvas, fueron ocupadas para otros menesteres: un cine, una residencia de ancianos, la biblioteca y el ayuntamiento. En la Edad Media un monasterio era una unidad de producción que gozaba de gran autonomía. En el siglo XXI Fitero es un pueblo que vive y existe en el interior de los muros de lo que fue un monasterio.





Raimundo de Fitero (Un Quijote navarro en la Mancha). Quijote es un espíritu, un alma, que a lo largo la historia se ha ido apoderandol de ciertas personas. La famosa, y dicen, poderosa Orden del Temple, decide abandonar Calatrava, por verse incapaz de defender la plaza frente a las tropas almohades. En estas, Raimundo, abad de Fitero, abandona Navarra, se presenta en La Mancha y al frente de unos pocos y voluntariosos hombres de armas, consigue salvar la fortaleza. De aquella acción militar, teñida con tintes de cruzada, nacerá la Orden de Calatrava.





Al amanecer, los pajarillos del río Alhama se muestran muy activos. Llevan a cabo una actividad frenética, movidos por sus pequeños corazones. Mirlos, lavanderas, papamoscas gris (fotografía), jilgueros, verderones, incluso un martín pescador que voló raudo muy cerca, a un velocidad imposible para la cámara.




Las cigüeñas surcan los cielos de Fitero. Las viñas se extienden alrededor de las villa. Las que hoy son uvas mañana serán mosto, y poco después, vino. Navarra es una de las mejores tierras vitivinícolas de España. La primera sensación al contemplar Fitero fue la de haber llegado a Francia. Conforme Navarra se fue alejando de Castilla, fue aumentando la influencia francesa en la corte pamplonesa. Y es que la Navarra histórica se extiende a ambos márgenes de los montes Pirineos.





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