Quince kilómetros de marcha para ir desde Neda, en la ría del Ferrol, a Pontedeume, en la ría de Ares. A mitad de camino, más o menos, se encuentra Fene. Al abandonar Fene comenzamos un ascenso a un monte sembrado de eucaliptos, sin perder en ningún momento de nuestro horizonte, el eterno mar.
Avanzamos hacia el sur, cruzamos el monte y nos lanzamos en un vertiginoso descenso hasta alcanzar al ría de Ares. Cruzamos el puente histórico y entramos en Pontedeume, villa medieval y uno de los dominios de la poderosa e influyente familia Andrade.
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