La isla más alegre y colorida
de la Laguna.
Pequeños puentes, cruzan canales, que como si fueran
calles, están flanqueados por antiguas casas, pintada cada una de un
color; morado, verde, rojo, violeta, amarillo....
Las paredes sudan, la sal
penetra hasta los cimientos, y las estrechas calles regalan un poco
de sombra durante las horas centrales del día estival.
Cientos de turistas la toman al
asalto cada jornada.
San Martino es la única
iglesia de la pequeña isla.
La trastienda de Burano.
El tiempo viaja despacio por
estos canales.
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