jueves, 20 de noviembre de 2025

LOS VIAJES DE ALEJANDRO MAGNO




Un conquistador de territorios y de personas, que quiso abrir nuevos horizontes, agrandando el mundo conocido. A lomos de su caballo Bucéfalo protagonizó la más grande epopeya del Mundo Clásico (a la par con Odiseo). Una vida legendaria, donde la anécdota, lo improbable y la leyenda, conviven fielmente con el frío dato histórico y el apunte del cronista. Sus viajes han inspirado a eruditos y novelistas por igual. Veinticuatro siglos después, aún sigue maravillándonos.




En el siglo IV a.C. las polis griegas estaban exhaustas después de una larga etapa de enfrentamientos entre ellas. Su vecino del Norte, al que consideraban un pueblo bárbaro e incivilizado, el Reino de Macedonia, aprovechó la coyuntura para derrotar a los atenienses y lanzarse a conquistar el resto de la Hélade. Filipo II “el Tuerto” organizó un eficiente ejército basado en la falange, y protagonizó la primera fase de la expansión macedónica.




Alejandro, hijo de Filipo II y de Olimpia, continuó y engrandeció la obra de su padre. Filipo, que se preocupaba mucho por la educación de su hijo, buscó al mejor de los maestros posibles, Aristóteles. 





“Filipo envió a buscar a Aristóteles, el más ilustre y sabio de los filósofos. Le encargó la educación de su hijo y le dio espléndidas recompensas.

Alejandro no recibió tan solo una educación moral y política, Aristóteles le inculcó el gusto por la medicina. Llegó incluso a ir a visitar a sus amigos que habían caído enfermos y les prescribía tratamientos para curar sus males.

También le inculcó un gran amor por las letras y la lectura. Consideraba la Ilíada como el modelo de valores de un soldado y tenía siempre un ejemplar del libro junto a él. También amaba las tragedias de Eurípides, de Sófocles y de Esquilo, y sentía una gran pasión por la filosofía”

Plutarco, Vidas Paralelas.





Cuando Filipo II murió Alejandro apenas tenía 20 años, heredó la corona y completó la conquista de toda la Hélade, a la que unificó bajo su monarquía. Todo el poder se concentraba en sus manos y se apoyaba en la fuerza arrolladora de su ejército. Pero Alejandro quería más y se embarcó en su proyecto más ambicioso, la conquista del enorme Imperio Persa, que le llevó hasta donde ningún otro griego había estado antes. Entre el 334 a.C. y el 323 a.C. Alejandro Magno viajó desde la Grecia continental a la India.




Asia Menor.

En el año 334 a.C. el general macedonio derrotó a los persas en Gránico, ese día su amigo Clito el Negro le salvó de una muerte casi segura, asedió Tiro y conquistó toda la costa oriental del Mediterráneo. Las prósperas ciudades jonias, cunas de la filosofía occidental, cayeron irremediablemente bajo el yugo macedonio.




“Alejandro cruzó el Helesponto con su ejército para pasar de Europa a Asia. Él mismo navegó hasta Troya con 60 barcos de guerra. Fue el primer macedonio en saltar a tierra y declaró que recibía Asia como un bien entregado por los dioses.

Después de honrar la tumba de Aquiles y los otros héroes de la guerra de Troya, e hizo sacrificios en su honor”.

Diodoro de Sicilia.







Las lágrimas de Alejandro.

Alejandro Magno junto a la tumba de Aquiles. Giovanni Paolo Panini. 


Alejandro creció oyendo las hazañas del héroe Aquiles y desde niño soñaba con emularlo. Cuando atravesó el Helesponte en su camino a Asia, se detuvo ante las ruinas de la legendaria ciudad de Troya. Cuentan que lloró ante la tumba de su héroe, el espejo en el que deseaba mirarse.




Faraón en Egipto.

Desde Asia Menor Alejandro siguió la ruta del sur hacia Siria, donde derrotó a Dario III en la batalla de Issos (333 a.C.) y continuó el viaje hasta Egipto, siendo recibido como un héroe. Los sacerdotes del dios Amón no dudaron en proclamarlo faraón.




“Llegado a Egipto, se dirigió al santuario de Amón y el sacerdote le recibió como si se tratase de un hijo del dios Amón. El rey le preguntó si Amón le reservaba el destino de convertirse en rey del Universo. El sacerdote contestó que llegaría a serlo”.

Plutarco, Vidas Paralelas.





En el país del Nilo, en la región del delta fundó la ciudad de Alejandría, que sería la más prospera de los reinos helenísticos, convertida en un auténtico faro de la cultura. En Alejandría se creó la biblioteca más importante del Mundo Antiguo.




En el Corazón de Asia.


Alejandro continuó su victoriosa campaña invadiendo el imperio persa y conquistando Susa y Persépolis, sus grandes ciudades. En el 331 a.C. derrotó definitivamente al rey Darío III en la batalla de Gaugamela. 

 

Tras la conquista de Persia, las falanges de macedonia, dirigidas por su incansable líder, se adentraron en Asia Central, alcanzado las tierras del actual Pakistán. Para consolidar sus conquistas y forjar alianzas con las poblaciones autóctonas, Alejandro contrajo matrimonio con una princesa nativa, Roxana.




“Alejandro se vistió con el traje tradicional de los bárbaros [persas] y así se mostró en público. (…). Quería parecerse a las gentes del país y estimularlos a adoptar costumbres macedonias. Creía que esta mezcla le ayudaría, más que la violencia, a dar estabilidad a su poder cuando él hubiese partido”.

Plutarco.





La India.

La ambición de Alejandro y el espíritu curioso de querer siempre ir un poco más allá no conocía límites. Pero sus hombres estaban exhaustos. Llegados a las puertas de la India su capitanes se negaron a seguir el avance y el ejército inició el viaje de regreso. 
 

“Llegados a la India, Alejandro se dirigió a sus soldados: Las fronteras de nuestras conquistas serán las mismas que los dioses crearon para la Tierra. Pero las tropas respondieron: Debemos regresar a Grecia. Tú podrás, si tú quieres, reemprender la conquista de la India más tarde. Pero serán otros griegos y otros macedonios los que te acompañen”.

Flavio Arriano, Anábasis de Alejandro Magno.





Babilonia.

Las tropas macedonias desandaron el camino andado y hayándose en Mesopotamia, Alejandro decidió parar en la ciudad de Babilonia. Allí se entregó a la bebida y al vicio, contrayendo unas fiebres que terminaron derrotándolo. Alejandro murió con apenas treinta años sin llegar a ver el sueño cumplido de conquistar el mundo entero.




Alejandro es un personaje que levanta pasiones. Tal vez estemos ante uno de los gobernantes y militares más sobrevalorados de la historia. Dos mil cuatrocientos años de propaganda consiguen mucho. Mejor táctico que estratega, más aventurero que estadista. Sus viajes y hazañas seguirán alimentando su leyenda algunos milenios más.


ADAGIO PARA CUERDA DE SAMUEL BARBER

 


Cierras los ojos. Violines, violas y violenchelos comienzan a vibrar, te dejas llevar. Las cuerdas de la orquesta penentran en tí, arrastran la melancolía por la superficie de un lago congelado perdido en la inmensidad de la taiga nevada, apenas iluminado por los tímidos rayos del sol de Septentrión. Es un día de un otoño que languidece, que se resiste a seguir avanzando pero se siente irremediablemente atraido por el cercano e inevitable invierno. Música para amansar a la fiera que resiste agazapada en el interior de mis entrañas. 

CREPÚSCULO 11 17

 



Los colores de la paleta del pintor universal en un sosegado y fresco crespúsculo otoñal. El viento ha dejado de soplar.  

miércoles, 19 de noviembre de 2025

TEODOLINDA, REINA DE LOS LOMBARDOS




Teodolinda era hija del duque Garibaldo de Baviera y reina consorte de los lombardos por su matrimonio con el rey Autario. Muerto este, contrajo matrimonio con su sucesor Agiulfo. Defensora del credo de Nicea trató de conseguir la preponderancia del catolicismo sobre el arrianismo. Teodolinda ha pasado a la historia por su relación con la Corona de Hierro que utilizaban los reyes lombardos y por extensión los de Italia. Motivo por el que también la recibieron los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico. Cuentan que el papa Gregorio Magno, con quien la reina mantuvo una relación epistolar, le envió la Corona de Hierro para su hijo Adaloaldo. Otro regalo del Papa a Teodolinda fue un relicario con un fragmento de la Vera Cruz. Según otra tradición a la reina Teodolinda se le atribuye la construcción del baptisterio de Florencia consagrado a San Juan Bautista.

 


También ordenó levantar la catedral de Monza, donde actualmente se custodia la Corona de Hierro. La corona se ubica en la Capilla de Teodolinda cuyas paredes están ornamentadas con pinturas murales del siglo XV que narran escenas de la vida de la reina.


PSV EINDHOVEN 1986/87 CAMPEÓN DE LIGA




PSV temporada 1986/87. El equipo de Eindhoven ganaba su segunda liga consecutiva. La sexta de su historia. El club de la Philips estaba a punto de asaltar el trono europeo.
 

 
 
El once tipo del equipo campeón: Van Breukelen; Gerets, Heinze, Nielsen, Koeman; Koot, Valke, Vanenburg, Gullit; Koolhof y Van der Gjip. 
 
 

 

Guus Hiddink acababa de aterrizar en el club esta temporada. La siguiente haría historia levantando la Copa de Europa.
 

 
El sobrio Hans Van Breukelen era indiscutible tanto en su club como en la selección. Uno de los mejores cancerberos de la historia en Países Bajos.
 




 El belga Eric Gerets en la derecha, Jan Heinze en la izquierda, Ivan Nielsen en el centro y Ronald Koeman, el defensa goleador, como líbero, una línea defensiva legendaria.
 

Ronald Koeman acababa de llegar del Ajax donde jugaba en el medio del campo, fue Guus Hiddink el que lo convirtió en líbero. Y de paso en el defensa más goleador de la historia. En su estreno con el PSV marcó 16. 
 



 
Adick Koot, que también podía desempeñarse como defensa central, jugaba en el medio de la cancha, con Michael Valke por la izquierda y Jan Vanenburg, otro fichaje estrella procedente del Ajax, por la derecha, un virtuoso del balón. 
 



Jurrie Koolhof 17 goles y Rene Van Der Gijp 20 tantos formaban la dupla de ataque. 
 


 El megacrack del equipo, el futbolista total, 22 goles, y el balón de oro al final del año.
 



 
 
El veterano Willy Van De Kerkhof, Hallvar Thoresen y Frank Arnesen también disputaron un puñado de partidos en la liga. 

lunes, 17 de noviembre de 2025

COLMAR, ESENCIA DE ALSACIA.




Un itinerario por Colmar capital del departamento del Alto Rhin. La oficina de turismo de Colmar ofrece la posibilidad de realizar (de forma individual y autónoma) un interesante recorrido por las calles y edificios más emblemáticos de la ciudad. Números y estatuas de la libertad te guían por las ruas.








Museo Unterlinden. Enfrente de la oficina de turismo, se trata de un antiguo convento de los dominicos.












Maison des Tétes. (Casa de las cabezas). Un ejemplo de las viviendas burguesas que proliferaron en la época de mayor esplendor de la ciudad. Esta residencia se edificó hacia 1600 en estilo renacentista renano, y debe su nombre a la grotesca decoración; 105 máscaras.




Sin embargo, para mi gusto lo más destacado es el tonelero que corona el edificio. Esta escultura de bronce, obra de F. A. Bertholdi (el mismo autor de la Estatua de la Libertad) indica que este edificio fue utilizado como Mercado de Vinos, uno de los productos más típicos de Alsacia. En la actualidad el edificio es un restaurante de lujo.




Biblioteque. Fundada en 1803 y ubicada en un antiguo convento dominico reformado.






Iglesia de los Dominicos. Los dominicos llegaron a la ciudad para instalarse en el siglo XIII. La primera piedra fue colocada en 1283 por el rey Rodolfo I de Habsburgo aunque las obras se prolongaron hasta la primera mitad del siglo XIV.





Casa donde residió el ilustre – e ilustrado – Voltaire entre 1753 y 1754. 


Museo Bartholdi. Colmar es la localidad natal de Fréderic Auguste Bartholdi, un escultor cuyo pseudónimo era Amílcar Hasenfratz, célebre por ser el autor de la Libertad iluminando el Mundo más conocida como Estatua de la Libertad. La casa donde nació Bartholdi es un museo dedicado a su persona y su obra.
 


 
Como homenaje a su hijo predilecto la ruta turística que recorre el casco histórico de Colmar está marcada con pequeñas placas de la Estatua de la Libertad. 
 



Rue des Merchands, la esencia y la belleza (recuperada y/o reinterpretada) del burgo medieval.  
 






 
Maison Pfister. En la Rue des Merchands, calle de los mercaderes, sobresale por encima de otros edificios la Maison Pfister, una residencia burguesa construida en 1537 por el sombrerero Louis Scherer. Una preciosa mansión renacentista que conserva todo el encanto de la arquitectura medieval. Balcones, balaustradas de madera, pisos a varios niveles, entramados, fachadas de suaves tonalidades cromáticas, pinturas murales en la fachada, ventanas, medallones y una talla de madera que probablemente represente al constructor y dueño, un hombre de negocios enriquecido gracias a la explotación de las minas de plata de Val de Liepvre (en el Alto Rhin). La decoración es un testimonio del gusto burgués por la cultura humanista del siglo XVI. 
 


 
Antiguo cuerpo de guardia. Inspirado en las logias italianas del Renacimiento el Antiguo Cuerpo de Guardia fue construido en 1575, apoyado en la vieja capilla de Saint Jacques que en su momento llegó a ser la sede del Ayuntamiento. En su planta baja acogió a un cuerpo de guardia, de ahí su nombre. La galería, con su variado programa decorativo, y su sobrio pórtico, constituyen una apreciada joya de la arquitectura renacentista del Alto Rhin.




 


Colegiata de San Martín. Por sus dimensiones, importancia y ubicación, en un lugar céntrico, hacen de la Colegiata de San Martín uno de los hitos arquitectónicos imprescindibles de Comar. Todas las miradas terminan dirigiéndose a sus fachadas y a su torre.
 






 
Despues de la catedral, la colegiata es el templo católico más importante, la iglesia de Colmar posee la dignidad de Colegiata y las dimensiones de una pequeña catedral. Como otros edificios históricos de la ciudad, su construcción comenzó en el siglo XIII – 1235 – y fue culminada en el siglo XIV. Presenta una austera fachada occidental apoyada en gruesos contrafuertes y de las dos torres previstas únicamente se terminó una de ellas. 
 

  
Las cigüeñas son aves frecuentes en la ciudad, y por ese motivo, se convierten por derecho propio en el símbolo de la urbe. Peluches, camisetas, esculturas y un sinfín de elementos representan a esta mítica ave.
 

Rincones medio ocultos a las miradas de curiosos y a los objetivos de las cámaras fotográficas de bolsillo que caben en la palma de una mano.



Hotel de Ville.  Una de las primeras cosas que se aprende cuando se visita Francia es que el ayuntamiento responde al nombre de Hotel de Ville. El edificio del ayuntamiento actual fue construido entre 1778 y 1782, y fue el centro de la administración regional durante los años de la Revolución. Las banderas de Francia, Unión Europea y Colmar penden de tres astas del balcón.


 
Casa de la cofradía de los labradores. La corporación de los labradores es una de las más antiguas de Colmar. El edificio fue construido en 1626 en el lugar donde estaba ubicada la sede medieval. Durante la primera mitad del siglo XIX fue utilizada por la comunidad judía local como sinagoga.
 


 
Sinagoga.  La comunidad judía de Colmar tiene su origen en el siglo XIII. Los judios de la ciudad fueron perseguidos y expulsados a finales de la Edad Media (siglo XV) aunque se volvió a permitir su asentamiento en los convulsos años de la Revolución. La sinagoga que tenemos frente a nosotros fue constuida entre 1839 y 1842.
 

El Antiguo Hospital de Colmar se construyó a mediados del siglo XVIII sobre los edificios de un convento franciscano que precisamente desempeñó funciones de hospital desde mediados del siglo XVI. 
 


 
Iglesia protestante de San Mateo. Los albañiles medievales levantaron este templo entre el final del siglo XIII y la primera mitad del siglo XV. La iglesia del convento franciscano de Colmar fue adquirida por la ciudad en el siglo XVI y en 1575 se transformó en la iglesia protestante de San Mateo. Desde 1715 hasta la Segunda Guerra Mundial el coro y el presbiterio fueron utilizados como capilla católica del hospital de ahí la presencia de dos torres en la parte superior del techo.




 
Casa de los pastores protestantes. En 1606 la localidad encargó la construcción de esta edificio renacentista de forma alargada, para convertirlo en residencia de los pastores protestantes. Las arcadas constituyen el elemento más notable de todo el conjunto.
 



Barrio de los curtidores. El barrio de los curtidores de Colmar es una pequeña ciudad dentro de la ciudad, donde la mayor parte de los edificios son las antiguas residencias de los curtidores. Todas estas viviendas datan de los siglos XVII y XVIII, y presentan el mismo diseño y estructura; estrechas, profundas, altas y con entramados en cada planta. Carecen de cimientos y de sótanos, y descansan directamente sobre una base de piedra.
 


 

Los tejados de estas casas presentan algunos nichos que servían para secar las pieles preparadas en el arroyo cercano. Nos encontramos en uno de los barrios emblemáticos de la vieja ciudad. 
 




Fuente Schwendi. Dedicado a un histórico personaje vinculado con la ciudad. Su autor es el célebre Bartholdi.



Koïfhus, la antigua aduana.  Es el centro neurálgico de toda la vida mercantil de la ciudad. Este edificio público, cuyas obras comenzaron en 1480, levantado en un estilo gótico tardío que vislumbraba ya el Renacimiento se convirtió, en efecto, en el centro económico y político de la ciudad.
 

 
Su planta baja cumplió funciones muy vinculadas con el comercio, la lucrativa actividad que llenó arcas públicas y bolsillos de los burgueses; fue almacen, mercado y aduana.

El Koïfhus constituye un testimonio de la actividad comercial que desarrolló la ciudad, situada en la convergencia de las rutas que unian Italia y Flandes, y Champaña y el Danubio. Bajo su porche podemos disfrutar de los deliciosos vinos de la región.


 
Delicias de Alsacia, la fusión perfecta entre Francia y Alemania. 
 

 
Palacio del Consejo Soberano. Este edificio es la Corte Superior de Justicia y Parlamento de Alsacia, que se estableció en 1698 cuando se conformó la provincia de Colmar.
 

 
Monumento a Pfeffel. El polifacético Gottlieb Konrad Pfeffel es otro de los hijos de Colmar; pedagogo, militar, escritor, miembro de la Academia de Bellas Artes de Prusia y de la Academia de Ciencias de Baviera. 
 




Típica Brasseerie, el lugar ideal para disfrutar de las delicias gastronómicas de la tierra. 
 


 
Mercado cubierto. Con la llegada de la Modernidad se abandonaron los antiguos mercados al aire libre y se construyen enormes edificios para albergarlos. El Mercado de Colmar responde al modelo imperante durante la Segunda Revolución Industrial (último tercio del siglo XIX), un armazón de acero y una obra de ladrillos.

A lo largo del tiempo el edificio ha sido utilizada para diferentes actividades hasta que en 2010 recuperó su funcionalidad original, un mercado comercial donde podemos comprar productos de la región; fruta, verdura, carnes, charcutería, quesos, panes, pescados . . . 
 

 https://i.ebayimg.com/images/g/DnoAAOSw~GZm9ZOV/s-l1600.jpg
 
Muelle de la Pescadería. Un pintoresco barrio de casas entramadas a orillas del Lauch y próximo al antiguo muelle. Estas eran las viviendas de los barqueros y los pescadores. Los pescadores tiraban desde aquí sus nasas al río.
 

Krutenau. El rincón más romántico de Colmar recibe el nombre de Pequeña Venecia, por la disposición de los edificios a orillas del tramo del Lauch que atraviesa Colmar. En origen Krutenau estaba habitado por vinicultores, horticultores y barqueros. Los horticultores transportaban sus mercancías a las diferentes ciudades donde las vendían usando barcas de fondo plano similares a las góndolas venecianas. 
 
 



La comunidad de vecinos de Krutenau se unifican alrededor del recuerdo de una figura mítica, Martin Stockmeyer, un barquero conocido como “el Hércules de Colmar” que en Febrero de 1791 fue el gran responsable de la victoria de la Revolución frente a un levantemiento de la aristocracia local.




Antigua encomienda de la Orden de San Juan 26. Los caballeros hospitalarios de la Orden de San Juan se instalaron en Colmar entre 1191 y 1210, y procedieron a levantar los edificios de su encomienda en la segunda mitad del siglo XIII. La capilla original original fue completada en 1268 y remodelada durante el siglo XVI.



Hoy queda poco de su esplendoroso pasado, aunque aún podemos observar algunos detalles en las fachadas de la calle y el patio, incluyendo el portal con tímpano geminado. El resto fue reconstruido en el siglo XIX y se construyeron las nuevas casas de un centro privado de educación. 
 

 
Casa de los caballeros de la Orden de San Juan en estilo veneciano. En la misma calle de la encomienda encontramos la casa de los Caballeros de San Juan construida como si de un palacio veneciano se tratase. Edificada en el siglo XVI y reconstruida totalmente en el XIX, a pesar de su nombre, la casa no tiene ninguna relación con la Orden Militar. 
 

 

Fuente de Roesselman. Un mártir medieval que dio su vida por defender su ciudad.
 


Chateau d'eau. La torre del agua de Colmar es representativa del estilo neogótico alemán, típica del periodo de anexión de la Alsacia por parte del Imperio Alemán después de 1870. Estamos ante una torre masiva que se eleva a 53 metros y está situada en la periferia del casco viejo de Colmar.



Dicen los libros y las guías turísticas que Colmar es la ciudad alsaciana mejor conservada, no se si es cuento, pero lo que es indudable es que nos encontramos en una ciudad bellísima. 
 
 

Colmar vivió su época de esplendor en el siglo XVI, una vez pasados los turbulentos tiempos medievales, la ciudad se convirtió en un próspero y dinámico puerto fluvial, cuando los mercaderes de vino transportaban su mercancia por los canales que recorren el pintoresco barrio que las agencias turísticas han rebautizado como Petit Venice. 
 

Colmar es una de esas ciudades emblemáticas, una de las urbes imprescindibles de la histórica Alsacia, una región pintoresca (y genuina) donde lo francés y lo alemán confluyen para engendrar unas formas culturales de marcada personalidad.




Las luces silentes te marcan el paseo nocturno por sus viejas calles.








Vino y canales, entramados de madera y coloridas cubiertas a dos aguas, pintorescos emblemas gremiales y estatuas de los héroes locales esculpidas por el maestro Bartholdi, flores y árboles, olor a dulce en vetustas pastelerías, una ciudad de cuento, el escenario ideal para una de aquellas inolvidables historias que narraron los Hermanos Grimm.




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...