Urraca I de León, hija y sucesora de Alfonso VI donó la villa de Atapuerca a la orden militar del Hospital de San Juan de Jerusalén. Más tarde su hijo Alfonso VII confirmó esta donación. Para atravesar la zona pantanosa entre Agés y Atapuerca el santo ingeniero de Ortega construyó una calzada de la que aún se conservan restos.
El 29 de julio de 1126, Alfonso VII entregaba a los Hospitalarios la villa de Atapuerca situada, como leemos en los documentos... "inter territorium Burgis et territorium de Auka, in medio camini Sancti Jacobi". La fecha y la referencia al Camino y al tipo de donación son importantes. La fecha es una de las más tempranas. La Orden de San Juan había sido reconocida como sabemos en 1113 en Jerasalén por Pascual II y sólo 15 años después ya consigue la villa con una jurisdicción amplísima. Los sanjuanistas tienen todos los derechos, siendo reconocidos como únicos señores del lugar, no pudiendo entrar en ella los funcionarios reales por ningún motivo, ni por homicidio. En 1129 Alfonso VII confirma todos los privilegios. A finales del siglo ya está constituida una encomienda que se extiende y se funde con la de Buradón que también se encuentra en el Camino de Santiago, entre Casteldegado y Belorado.
LA ORDEN DE MALTA EN EL CAMINO DE SANTIAGO
Profesor Paolo G. Caucci
Presidente del Centro Italiano di Studi Compostellani.
En los alrededores de Atapuerca se levanta un monolito conmemorativo de la batalla que en 1045 enfrentó a los hijos de Sancho III de Navarra, Fernando y García. El Menhir se ubica en medio del campo, en el Camino que une Agés con Atapuerca, en el pago conocido como Fin del Rey. La tradición señala que esta piedra, conocida como Piedrahita, está hincada en el mismo lugar donde cayó muerto el rey García III de Navarra.
En la pequeña población de Atapuerca confluyen peregrinos y aficionados a la arqueología y la prehistoria, además de ser un interesante centro de turismo rural. Es el yacimiento enclavado en la sierra el que ha otorgado fama universal a este pueblo burgalés.
Iglesia parroquial de San Martín. Mezcla de estilos góticos y renacentistas, siglos XV – XVI, el templo domina la villa desde lo alto de una suave colina.
Cuna de la Humanidad. En la Sierra de Atapuerca se encuentra uno de los yacimientos paleoantropológicos más destacados de toda Europa. Los fósiles de homínidos que se han desenterrado allí nos cuentan nuestra historia, nos narran el Paleolítico, la infancia de la Humanidad. Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell se han convertido por derecho propio, en los cronistas de la Prehistoria Ibérica.
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