Pasa Roldán por los puertos de
España cabalgando a Briador, su rápido corcel. Se halla cubierto de
su coraza que realza su figura y blande denodadamente su lanza. Hacia
los cielos endereza la punta; un gonfalón todo blanco está atado al
hierro y las franjas le azotan las manos. Noble es su apostura,
risueño y claro su rostro. Le sigue su compañero, y los caballeros
de Francia lo proclaman su baluarte. Chanson du Roland.
Viajando
por Europa encontré a Roldán (Roland o Rolando) montando guardia
frente al ayuntamiento de Riga, en una fuente en la Hlavne Namesti en
Bratislava, en una estatua gigantesca cerca de la catedral de Bremen,
en una columna en Dubrovnik (la antigua República de Ragusa) y por
supuesto, hallé sus huellas en Roncesvalles. ¿Quién es este
Roldán?
Que por su muerte a morar fué a la celeste mansión.
Noble de antiguo linaje por padres y abuelos viniendo,
Más por sus propios hechos sobre los astros está.
Distinguidísimo y por su nobleza de nadie segundo.
Por su vivir egregio era el primero siempre.
Cultivador de los templos, su canto era grato a las gentes,
Y medicina eficaz fué de los males patrios.
Vida del clero, de viudas tutor y pan de indigentes,
Para los pobres largo, pródigo en huéspedes fué.
Tanto en sagradas iglesias y tanto gastó con los pobres,
Para enviar al cielo oro del cual fuera en pos.
Con la doctrina en el pecho, cual cofre lleno de libros,
Como de fuente viva todos podían beber.
Sabio en consejos y de alma piadosa y palabra serena,
Que por amor sería padre de todo el mundo.
Cima gloriosa y ornato sagrado y fecunda lumbrera,
En galardón del cual toda virtud milita.
Y que por méritos tales llevado a la gloria celeste,
No le oprime tumba, mora en la casa de Dios.
Códex Calixtino.
Libro IV. Pseudo Turpín.
Arquetipo
de caballero medieval, protagonista de hazañas y aventuras, héroe
por antonomasia en la cultura europea, modelo a imitar, dechado de
virtudes pero muy humano, símbolo eterno de la victoria del bien
sobre el mal, alabado y cantado en poemas y gestas literarias, mil
años llevamos recitando, contando, oyendo leyendas y recordando sus
hazañas, pero ¿qué sabemos del Roldán histórico?
Los
historiadores cuentan con pocos datos para dibujar al verdadero
Roldán. Los únicos datos que podemos considerar auténticos con los
que ofrecer Eginardo en la biografía que escribió sobre Carlomagno.
Roldán es un conde de la Marca de Bretaña, que acompañó a
Carlomagno en su campaña en España y que murió en los Pirineos.
La
figura histórica de este caballero franco ha quedado sepultada por
la literatura medieval y la leyenda, y es con eso con lo que debemos
quedarnos.
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