El tamaño similar al de
un oso, unas robustas patas que le servían para acercarse con
rapidez a sus víctimas, lanzándose como un ariete y unas poderosas
mandíbulas armadas con largos y afilados colmillos, hacían de
gorgonopsia un temible depredador del período pérmico.
Su nombre significa
“cara de gorgona” en referencia al monstruo femenino de la
mitología griega, medía entre 2 y 3 metros, pertenecía al suborden
de los terápsidos (reptiles con algunos rasgos de mamífero),vivió
durante el Pérmico y probablemente nunca desarrolló pelaje
completo.
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