El terrible voivoda
valaco, Vlad III, caído en desgracia, pasó un tiempo como rehén
del rey Matías de Hungría. Un tiempo que se prolongó más de una
década. Los verdaderos motivos solo podemos suponerlos, algo hizo
Vlad, que enojó a su antiguo aliado y protector.
Aunque muy posiblemente
viviría en una auténtica jaula de oro, a las mentes más
escabrosas, les gusta imaginarlo sometido a las más terribles
torturas y vejaciones. En el subsuelo de la colina donde se asienta
Buda, existe un húmedo y oscuro laberinto, y una tradición apócrifa
cuenta que el Empalador pasó parte de su cautiverio encerrado en él.
Una auténtica ciudad
subterránea recorre Buda por el subsuelo.
Resulta muy complicado
reconstruir la historia de Vlad el Empalador, prisionero en Buda y
convertido en un vampiro de leyenda. En 1462 Drácula fue encerrado
en las mazmorras localizadas en las cuevas que se encontraban en el
interior del Distrito del Castillo. (Las noticias coetáneas sobre el
prisionero son poco fiables). Sabemos, por noticias de la historia
local, (a ciencia cierta) que en tiempos de los Hunyadi, las cuevas
no solo eran utilizadas para encerrar a prisioneros, sino también
como cámara de tortura. ¿No tuvo suficiente Vlad con sufrir
tormento en Turquía, que también padeció terribles torturas en
suelo húngaro?.
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