Las Hilanderas o el Sueño de Aracne - Velázquez. |
Aracne fué una princesa de Colofón en Lidia (en la actual Turquía) ,
famosa por su habilidad en el arte del bordado y del tejido. Aracne,
joven y orgullosa, un día lanzó un desafío a la mismísima Palas Atenea,
quién aceptó el desafío, de ver cual de las dos era la mejor tejedora.
El
cuadro "La fábula de Aracne" o "El sueño de Aracne" (1657) , más
conocido como "Las Hilanderas", del pintor barroco Diego Velázquez, que
podemos ver en el Museo del Prado, recoge el momento en que se lleva a
cabo el desafio, (imagen del fondo). Atenea confeccionó una
representación de los dioses y diosas del Olimpo, y era en realidad una
obra magnífica, pero no mejor que el trabajo de Aracne, que había tejido
ilustraciones de romances olímpicos, confiriendole a su obra una
belleza insuperable, por tanto, aquellos que ejercían de jurado,
declararon un empate, era imposible discernir que tapiz era mejor que el
otro. Atenea al no poder encontrar ningún fallo en el tejido de Aracne,
montó en cólera y llena de envidia la destrozó completamente, y comenzó
a golpear a la joven princesa, que llena de temor y de tristeza por la
destrucción de su paño, se colgó de una viga y se anudó unos hilos en su
garganta...........
.........................y
quizás por compasión o quizás por un tremendo odio y frustración, Palas
Atenea, transformó a Aracne en una araña condenandola a pasar el resto
de su vida hilando y tejiendo....tejiendo......
....pero cedamos la palabra a Ovidio...."Colgaba ya cuando Palas, compadecida, la sostuvo, y le dijo así: Vive
si pero cuelga malvada, y que el mismo tipo de penalidad, para que no
estés libre de angustia por el futuro, ese sentenciado para tu linaje
incluso hasta tus remotos descendientes. Tras estas palabras se
apartó y la regó con los jugos de una hierba de Hécate, e inmediatamente
sus cabellos, tocados por la droga siniestra se consumieron, y al mismo
tiempo la nariz y los ojos: la cabeza se le torna diminuta, y también
es pequeña Aracne en el conjunto de su cuerpo; en el costado tiene
incrustados, en lugar de piernas unos dedos finísimos: lo demás lo ocupa
el vientre, del que, a pesar de todo, hace ella brotar el hilo, y como
araña trabaja sus antiguas telas..."
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