Los ordovices
eran una tribu celta que vivía en la isla de Gran Bretaña,
concretamente durante la época en que los romanos se afanaban en
conquistar la isla. Desde finales del siglo XIX le dan nombre al
segundo (en orden cronológico) de los seis periodos de la era
Paleozoica, el Ordovícico.
Durante este
periodo, que se extiende entre hace 488 m.a. y 444 m.a. las masas
continentales, en su continuo errar, se aproximaron tanto al Polo
Sur, que las tierras emergidas se enfriaron muchísimo, dando lugar a
una glaciación.
Al comienzo
del ordovícico el clima era cálido, una circunstancia que favoreció
la evolución de la vida a gran escala. Continua la diversificación
de la fauna marina que comenzó en el periodo anterior y aparecen los
peces acorazados dotados de mandíbulas (candidatos para ser
considerados los primeros animales vertebrados).
Los
trilobites, que habían hecho su presentación en el Cámbrico,
continuaron dominando los enormes mares de agua salada del planeta,
aunque ahora con nuevos compañeros de fatigas, a los braquiópodos,
equinodermos, algas y esponjas se les unen nuevos inquilinos. Surgen
los primeros corales (de formas muy diferentes a las actuales) y los
moluscos gasterópodos y bivalvos. Los caracoles habitaban el
cenagoso fondo del mar. Irrumpe ahora otro gran “phyla”, los
briozoos, animales de pequeño tamaño que viven en colonias
arborescentes, adheridos a ciertos animales o tapizando el fondo
marino.
Criaturas
típicas son los graptolitos, unos animalillos extintos que medraron
en los mares del ordovícico formando colonias cuya forma se asemeja
a peines. Otros equinodermos típicos de estos tiempos son los
crinoideos. Su aspecto los hace pasar por plantas, y de hecho reciben
el nombre de “Lirios de mar”. Formaban auténticas praderas
submarinas.
Pero sin
duda el acontecimiento más trascendental es el inicio de la
conquista terrestre por unas algas, convertidas en pioneras de su
especie. Estas exploradoras tuvieron la necesidad de idear y
desarrollar sistemas de sostén para mantenerse erguidas. Estas
plantas permitieron la posterior colonización del medio continental
por parte de los animales.
Una brutal
extinción a gran escala señala la frontera temporal entre el
Ordovícico y el periodo siguiente, el Silúrico. Se piensa que
desaparecieron el 60% de las especies marinas. Como siempre la vida
se encuentra al límite.
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