De
Sain Jean Pied de Port a Roncesvalles, primer tramo (para muchos) del
Camino Francés (y considerado – con motivos – la más dura).
Rampas
exigentes y un ascenso continuado a lo largo de más de 20
kilómetros, hasta coronar los Puertos de Cize, envueltos por la
niebla la mayor parte del año.
El
esfuerzo titánico se ve recompensado por la visión plena de la
naturaleza en estado puro.
Los
primeros repechos ya muestran la verdadera medida de los Pirineos.
La
naturaleza en general, y la montaña en particular, siempre te ponen
a prueba.
El
frío, la niebla y el viento quiebran el cuerpo y socavan el ánimo.
Aquí es determinante la fuerza mental.
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