Junto a la pesca y el comercio los habitantes de las costas gaditanas, gracias a su posición estratégica, practicaban la piratería y el corso; atún, hachis, oro, tanto da. El vecino de Puerto Real Juan Olmedo lanzaba incursiones de pillaje en el Norte de África y regresaba con las bodegas llenas de cautivos, provisiones varias y ropajes de lujo. La corona permitía el corso a cambio de un quinto del botín, pero Juan de Olmedo pirateaba por su cuenta, pues era el jerezano Pedro Patiño el legitimado para practicar el corso en la zona.
Ohnem a mecem - Venceslav Cerny part 1
Hace 6 horas
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