La cabalgada mongola
penetra en Europa y hace tambalearse los cimientos de las monarquías
asentadas en el centro del continente. En 1241 las hordas mongolas
barrieron el exiguo ejército polaco – batalla de Liegnitz - que
reforzado por tropas imperiales y por miembros de todas las órdenes
de caballería; teutones, templarios y hospitalarios. El gran duque
Enrique II el Piadoso murió en el campo de batalla y los mongoles
pasearon su cabeza como merecido trofeo.
Polonia estaba a merced
de los salvajes de las estepas, pero la repentina muerte del gran
khan de los mongoles, provocó la retirada de todos los señores de
la guerra que debía regresar a su patria para elegir a un nuevo
khan supremo. Por ahora, Polonia estaba a salvo. Continuará....
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