Al atravesar esta localidad no pude evitar recordar a los vecinos de Cuevas del Almanzora, que tan bien me recibieron, y de los que guardo tan gratos recuerdos, conocidos en la comarca del Almanzora como rabotes.
Rabe de las Calzadas es el lugar de unión de dos vías romanas (de ahí lo de las calzadas) y de la fuente de Prao Torre. La parroquia de Santa María conserva la portada del siglo XIII.
A las afueras del pueblo, en medio del campo, abierta al camino, se encuentra la Ermita de Nuestra Señora del Monasterio. Situada en el extremo occidental del municipio, es la única que queda en pie de las tres que se citan en las visitas episcopales del siglo XVIII. La imagen de la Virgen que se venera en su interior fue encontrada en el pago conocido como Monasterio, inmediato a Prao Torre.
Hasta Tardajos, carretera y Camino se confunden en muchos kilómetros. Pero aquí se separan, siguiendo la Ruta por el cercano pueblo de Rabe de las Calzadas. Son pueblos íntimamente ligados al Camino, modestos pero conocidísimos de los peregrinos que hicieron famoso el dicho para el que hoy no encontramos justificación: “De Rabé a Tardajos, no te faltarán trabajos. De Tardajos a Rabé, liberanos Dómine.” Anecdotario locarl de ida y vuelta universalizado por la Peregrinación.
El Camino Iniciático de Santiaago.
Juan Pedro Morin Bentejac y Jaime Cobreros Aguirre.
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