Las cumbres
nevadas del Gran Atlas recortan el horizonte rompiendo la monotonía
de un áspero paisaje marrón. Hombres curtidos en un medio hostil
consiguen hacer habitable un suelo duro, rocoso, estéril.
A pesar de
la dureza del entorno Midelt es conocida en todo Marruecos por su
producción de manzanas. La carretera es la principal vía de
comunicación en este entorno que aún causa momentos de ensoñación
al urbanita hombre occidental. Un punto negativo; todo está lleno de
basura, excesivamente sucio.
A 1500 metros
de altitud, en medio de las elevadas cumbres del Atlas, entre las
ciudades de Meknes (al Norte) y Errachidia (al Sur). En origen,
Midelt estaba formada por pequeños grupos de casas fortificadas
(kasbahs) construidas con adobe. La ciudad moderna fue construida
cuando tropas francesas se establecieron aquí y abrieron la
carretera que se dirige hacia el sur.
Dormimos en
un camping de Midelt. Al caer la noche, con el cielo estrellado el
Mueceín lama a la oración. Así suena una ciudad islámica.
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