Los albaneses
no crearon ninguna entidad similar a un estado hasta el siglo XV. Sin
embargo, organizados en tribus dirigidas por sus propios jefes, los
albaneses dominaron y controlaron las montañas de todo el territorio
que en el actualidad forma la República de Albania.
Los albaneses
estaban (y en parte aún lo están) divididos en dos grupos a partir
de dos dialectos diferentes: los Ghegs al norte y los Toks al sur. El
río Shkumbi (Vrego) marca en cierta manera la frontera entre los dos
grupos lingüísticos. El segundo límite destacado en el interior de
Albania es el río Drin. El territorio al norte estaba orientado
hacia Serbia y Zeta (actual Montenegro). Una y otra gobernaron con
frecuencia estas tierras, y la influencia serbia tuvo un gran impacto
en la organización política, relaciones comerciales y culturales.
Al cierre del
siglo XII los serbios dominaban la ciudad de Skadar, y
presumiblemente, también controlaban todas las tierras bañadas por
las aguas del río Drin.
Al sur del
Drin (de forma más intensa cuanto más al sur) la influencia Griega
era muy fuerte. Este territorio había sido incorporado a la
provincia (thema) bizantina de Durazzo (Durrës), y organizado por la
Iglesia Griega. El metropolitano de Durrës ejercía aquí su
autoridad.
A lo largo de
la costa, y también en Durazzo, la iglesia católica romana trabajó
activamente para mantener y mejorar la posición de sus instituciones
tanto en Durazzo, como en otras ciudades costeras. A pesar de la
rivalidad entre católicos y ortodoxos, los practicantes de ambos
ritos parecían disfrutar de una coexistencia pacífica.
Durazzo había
sido largo tiempo un destacado centro de comercio, el punto de
partida y llegada, desde Macedonia, Tracia y Constantinopla, y otros
enclaves más orientales, y la vía Egnatia, que unía Constantinopla
con Tesalónica y Ohrid, finalizaba aquí. Aunque Durazzo tenía
ciudadanos muy dinámicos que participaban en los asuntos locales,
los bizantinos, y sus sucesores en el domino de la ciudad y el
entorno a lo largo de la Edad Media, fueron capaces de mantener
administrar la ciudad y controlar a sus habitantes. Así Durazzo no
fue capaz de alcanzar el nivel de autonomía que encontramos en las
ciudades de Dalmacia (Zadar, Split, Ragusa). De hecho ninguna ciudad
al sur de Bar fue capaz de crear una comunidad autónoma, una ciudad
estado configurada bajos su propias leyes y gobernada por un concejo
local.
A finales del
siglo XII, excluidos los grupos tribales de las montañas, muchos de
los cuales funcionaban de libremente, de forma independiente del
estado al que debían teórica sumisión, la única entidad política
albanesa conocida era la de Krujë. Un cierto personaje, Progon,
parece que tomó posesión de su castillo y del territorio
circundante. La posesión de la fortaleza recayó en miembros de su
familia, y desde 1208 en su hijo, o nieto, Dimitri, contra quien
Venecia y Zeta sellaron una alianza, fue el único señor de Kroja.
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