Musa Ibn Musa
fue un destacado miembro de la dinastía de los Banu Qasi del valle
del Ebro. una de las primeras familias de muladíes (cristianos
conversos al Islam) de Hispania. Lazos de sangre lo emparentaban con
el primer rey de Pamplona. Musa era medio hermano de Íñigo Aritza
y el navarro le entregó la mano de su hija, Assona Aritza.
A lo largo
de su vida Musa mantuvo intensas relaciones con los emires cordobeses
– Abderramán II y Mohamed I – que le fueron entregando
territorios y también con los monarcas pamploneses. Fue gobernador
de Tudela y de su comarca, y más tarde de toda la Marca Superior.
Tal fue el poder que llegó a acumular Musa ibn Musa, que no dudó en
autoproclamarse “tercer rey de España” (tertius regem
d'Isbaniya), un claro desafío a la autoridad cordobesa. Para
defender sus posesiones construyó la fortaleza de Albelda al sur de
Logroño.
Hombre de
armas, su primera participación destacada en batalla fue en el 824,
cuando ayudó a su medio hermano Iñigo a derrotar a los ejércitos
carolingios en la Segunda Batalla de Roncesvalles. Más tarde luchó
a favor de Córdoba contra los cristianos y ayudó a expulsar a los
piratas vikingos de Andalucía.
En el
enfrentamiento entre cristianos y musulmanes, Musa apostó a caballo
ganador, y se fue alejando de Pamplona conforme se acercaba a
Córdoba. En cierta ocasión se enfrentó al rey asturiano Ordoño I.
Los cronistas cristianos otorgan la victoria a Ordoño, mientras que
las fuentes musulmanes recogen el triunfo de Musa. Dos caudillos
guerreros que tenían que mantener su reputación de grandes
militares.
Gran militar
pero mal diplomático, al final de sus días acabó enfrentándose
con el emir de Córodoba, no supo conservar su posición (ni sus
posesiones) y acabó dilapidando todo el poder que había acumulado
su familia.
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