Palacios renacentistas con
patios porticados, almenados y con fuertes torreones se encuentran
diseminados por el interior del cerco amurallado de Ávila de los
Caballeros. El más impresionante de todos, el de los Guzmanes, una
edificación defensiva del siglo XVI.
El torreón de los Guzmanes y
el palacio fueron levantados por el linaje nobiliario de los Mújica.
Un patio central, porticado, articula todo el conjunto.
La historia cuenta que primero
fue un torreón aislado con función de vigía. Más tarde fue
ampliado y convertido en palacio señorial. Tan señorial es el
edificio que en la actualidad es sede de la Diputación de Ávila.
A la entrada del torreón no
espera otro de los símbolos de la historia y cultura abulense, un
verraco vetón de gran tamaño, procedente de San Miguel de
Serrezuela.
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