Neptuno, barbado y
coronado, en mármol de Carrara que guarda cierto parecido,
intencionado, con Cosme I de Médici, el capo de la familia. Los
Médicis, como los faraones del Antiguo Egipto, hicieron gala de su
poder a través del arte. Neptuno se alza por encima de todos y
vigila de cerca a los amigos y a los posibles enemigos.
La obra de Bartolomeo
Ammanatti, situada en la Piazza della Signoría, corazón vivo de la
Florencia, es un símbolo, a la vista de propios y extraños, del
dominio efectivo que la familia ejercía sobre la próspera
República, y la propia República sobre las aguas del mar
Mediterráneo.
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